El valor de la vida y la dignidad del ser humano es universal. Sin embargo, por décadas se ha sustraído órganos a la fuerza entre prisioneros ejecutados y prisioneros de conciencia vivos en China. Este acto de maldad nunca antes visto se basa en una persecución sistemática y brutal de la que decenas de miles de practicantes de la disciplina espiritual Falun Gong siguen siendo las principales víctimas.

Tras años de temeroso silencio dentro de la comunidad internacional, 1.493.202 personas dieron un paso al frente para poner fin al secreto y firmaron una petición global iniciada por la ONG Doctors Against Forced Organ Harvesting (DAFOH). Emitida el Día de los Derechos Humanos el 10 de diciembre, la petición se dirige al Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas para que adopte medidas inmediatas sobre tres peticiones:

  1. Que haga un llamamiento a China para que termine de inmediato la sustracción forzada de órganos a practicantes de Falun Gong detenidos en China.
  2. Que inicie investigaciones que lleven a la acusación en tribunales de los perpetradores involucrados en este crimen contra la humanidad.
  3. Que haga un llamamiento al Gobierno de China para que ponga fin de inmediato a la brutal persecución a Falun Gong, que es la causa de la sustracción forzada de órganos a practicantes de Falun Gong.

En el plazo de cinco meses —de julio a noviembre de 2013— casi 1,5 millones de personas de más de 50 países y regiones, en cuatro continentes, firmaron la petición con espanto generalizado oponiéndose a las prácticas de sustracción de órganos en China entre prisioneros de conciencia vivos, una horrible violación de los derechos básicos que no tiene precedentes en la historia de la humanidad. La petición tiene lugar en momentos en que China ha asumido un puesto en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (UNHRC). No obstante, China no cumple con las convenciones internacionales de derechos humanos ni los estándares éticos que todas las naciones civilizadas en el mundo tienen obligación de respetar. Al negarse a permitir inspecciones internacionales, China da pie a amplios informes y evidencia de sustracción forzada de órganos, y no da respuesta a los temores expresados por los peticionarios.

Teniendo conocimiento de estas atrocidades, si no actuamos, ¿cómo podríamos cumplir con nuestro deber de respetar la dignidad humana y los valores morales básicos? Personas, gobiernos y organizaciones internacionales como las Naciones Unidas deben hacer un llamado ahora a poner fin inmediato a la sustracción forzada de órganos a inocentes prisioneros de conciencia en China. Los 1,5 millones de peticionarios y DAFOH desean revertir el silencio que ha encubierto estos crímenes contra la humanidad y ver el término de este abuso.

Una delegación de médicos de DAFOH acompañados de expertos legales de tres continentes entregarán por mano las peticiones a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OHCHR) en 9 de diciembre y discutirán sobre medidas adicionales. Hay una conferencia de prensa programada para las 09:30am del 10 de diciembre de 2013 en Ginebra.

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