Adopta México modelo científico para planear veda de atún amarillo


AGENCIA ID. Las nuevas reglas obligan a barcos atuneros a trabajar con el Sistema Satelital de Seguimiento de Buques. Se pretende proteger, por lo menos 62 días por año, a los atunes para permitir su recuperación. Contribuyen con estudios Cicese y Cibnor.

Para evitar un desplome en el tamaño de las poblaciones de atún que habitan en el océano Pacífico, la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), de México, aplica por primer año un nuevo Plan de Manejo Pesquero del Atún Aleta Amarilla, en el cual se establecen las fechas de captura y de veda de atún con la información científica que le envía el Instituto Nacional de Pesca (Inapesca) y la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT).

Las nuevas reglas de aprovechamiento sustentable de poblaciones obligan a los barcos atuneros a trabajar con el Sistema Satelital de Seguimiento de Buques VMS y con el Número de la Organización Marítima Internacional (OMI). Se pretende proteger, por lo menos 62 días por año, a los atunes para permitir su recuperación.

En México se realizan estudios de poblaciones de peces de interés comercial en Inapesca, apoyados en el barco de investigación BiPo, pero también contribuyen con estudios de poblaciones el Centro de Investigación Científica y Educación Superior de Ensenada (Cicese); el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor); el Centro Regional de Investigación Pesquera (CRIP); la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), entre otras instituciones que colaboraron en la elaboración del nuevo Programa de Manejo Pesquero del Atún Aleta Amarilla.

Hasta antes de 1998 no existía una metodología internacional para establecer vedas y evitar la captura de atunes en épocas de reproducción. Cada país establecía sus propios calendarios de captura y prohibición de acuerdo a sus necesidades de consumo. Esta falta de atención a tamaño de las poblaciones provocó fuertes desplomes en las cifras de captura en 1998 e hizo evidente la necesidad de contar con información científica que ayude a continuar con la pesca comercial, pero que permita a las hembras tener descendencia y a los juveniles, machos y hembras, crecer para tener valor comercial.

El pasado 19 de enero de 2015 inició la primera temporada de pesca de atún, en el Océano Pacífico, en la que se aplica el nuevo Plan de Manejo Pesquero del Atún Aleta Amarilla, publicado en México en julio de 2014. Este periodo de captura, vigente entre el 19 de enero y el 18 de noviembre, fue definido con recomendaciones científicas de la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT), donde están representados 21 países de América, Asia y Oceanía.
La veda recién concluida, que inició en noviembre de 2014, permitirá a México quedar sincronizado con la de otros países que capturan atún para evitar el colapso en la cantidad de peces por la sobreexplotación de poblaciones, principalmente en épocas de reproducción.

El Acuerdo de veda, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), especifica que las especies de interés comercial a proteger son las de atún aleta amarilla (Thunnus albacares), patudo u ojo grande (Thunnus obesus), aleta azul (Thunnus orientalis) y barrilete (Katsuwonus pelamis).

La pesquería de atún es una de las principales actividades productivas de México, por su aportación al sector alimentario nacional y los empleos y divisas que genera, además del gran aporte nutrimental que tiene por su alto contenido de proteína y Omega 3, benéficos para la salud de los consumidores.

De acuerdo con los más recientes reportes de la CONAPESCA, durante 2013 la pesquería de túnidos representó en nuestro país una producción de 149 mil 475 toneladas, 20 por ciento superior a la de 2012, de las cuales corresponden 79 mil a Sinaloa, seguido de Colima, con 33 mil y Chiapas con 21 mil toneladas, que ocupan el primero, segundo y tercer lugar, respectivamente.

Otros estados donde se tiene producción registrada de túnidos son: Baja California, Baja California Sur, Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Jalisco.

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