Ana Frank en 1940

Ana Frank en 1940


Sandra Isabel Jiménez Mateos *

Annelies Marie Frank, conocida en español como Ana Frank, es la autora del libro el Diario de Ana Frank, su diario íntimo, donde plasmó sus experiencias por los casi dos años y medio que pasó oculta junto con su familia y otras personas, durante la ocupación nazi en Ámsterdam (Países Bajos) durante la Segunda Guerra Mundial.

Ana Frank nació el 12 de junio de 1929, en Fráncfort del Meno, en la entonces República de Weimar, siendo la segunda hija de Otto Heinrich Franck (quien fue teniente del ejército alemán durante la I Guerra Mundial y de Edith Hollander). Su hermana mayor fue Margot-.

La familia se mudó a Ámsterdam, huyendo de los nazis. El tiempo transcurrió con la ocupación nazi y al cumplir trece años, el 12 de junio de 1942, Ana recibió un pequeño cuaderno el cual había señalado a su padre en una vitrina unos días antes.

Era más que nada un cuaderno para autógrafos, empastado en tela a cuadros rojo y negro, con una pequeña cerradura en el frente, pero Ana ya había decidido desde que lo vio, que lo utilizaría como diario.

Empezó a escribir en él casi inmediatamente que lo recibió, describiéndose junto con su familia, así como su vida diaria en casa y en el colegio.

Ana era una niña solitaria, que a falta de una «mejor amiga», según Ana, le escribía a su diario como si estuviera dirigiéndose a una amiga. Por eso llamaba Kitty a su diario y usaba «Querida Kitty» como fórmula introductoria, en alusión directa a Kathe Zgyedie, una compañera de estudios a quien llamaban afectuosamente Kitty.

Ella escribió en forma de cartas y hasta antes del enclaustramiento lo hizo sobre sus resultados en clase, sus amigos, chicos con los que simpatizaba y los lugares que prefería visitar en su vecindario. En síntesis, esos primeros escritos en su diario muestran que su vida era en muchas formas la vida típica de una escolar, también reseña los cambios que se van implantando desde la ocupación alemana. Algunas referencias parecen casuales y sin gran énfasis; sin embargo, en algunas partes describe con mayor detalle la opresión que cada día va en aumento. Escribió acerca de las estrellas que todos los judíos estaban obligados a portar en público, y también enumeró algunas de las restricciones y persecuciones impuestas en la vida cotidiana de la población judía de Ámsterdam.

El 5 de julio de 1942, Margot Frank -su hermana- recibió un aviso ordenándole presentarse para su deportación a un campo de trabajo. Ana fue entonces informada de un plan que Otto había preparado con sus empleados de mayor confianza, y que ya conocían Edith y Margot desde hacía pocos días. La familia se escondería en cuartos camuflados en las instalaciones de la empresa en Prinsengracht, una calle al borde de uno de los canales de Ámsterdam.

Al día siguiente, de acuerdo con la cronología del Diario, emprendieron el camino hacia su refugio, dejando su antiguo apartamento en desorden para hacer pensar que había sido abandonado de manera súbita. «Las camas deshechas, la mesa del desayuno sin recoger, medio kilo de carne para el gato en la nevera, todo daba la impresión de que habíamos abandonado la casa atropelladamente», escribió Ana en su diario, el 8 de julio, cuando hizo el recuento de la huida.

Otto Frank dejó una nota de la que se podía deducir que habían logrado escapar hacia Suiza. Como los judíos no podían utilizar los transportes públicos debieron caminar varios kilómetros desde su casa hasta el refugio, portando cada uno todas las vestimentas que pudieron, dado que no podían correr el riesgo de ser vistos con equipajes. La achterhuis (en neerlandés huis significa ‘casa’ y achter, ‘atrás’ o ‘detrás’), era un espacio de tres pisos en la parte posterior del edificio con acceso a un patio detrás de las oficinas de Opekta, el negocio del padre de Ana. En el primer nivel había dos pequeñas habitaciones, con un baño adjunto sobre el que se encontraba una gran habitación, con otra más pequeña adosada. Desde esa habitación más pequeña se subía hacia el ático. La puerta de la achterhuis quedó disimulada tras una estantería para que no se la pudiera ver. Ana se referiría más tarde a este espacio como el anexo secreto. El edificio principal, situado a una manzana de Westerkerk, era un edificio banal, típico de los barrios del oeste de Ámsterdam.

A finales de julio, se les unió la familia Van Pels (Van Daan): Hermann, Auguste, y Peter de 16 años, y más tarde, en noviembre, llegó Fritz Pfeffer(Albert Dussel), dentista y amigo de la familia.

Allí vivieron durante la ocupación alemana, hasta el 4 de agosto de 1944, cuando fueron capturados. La última anotación que Ana hizo fue el 1 de agosto de 1944. «Querida Kitty: «Un manojo de contradicciones» es la última frase de mi última carta y la primera de ésta. «Un manojo de contradicciones», ¿serías capaz de explicarme lo que significa?», así comenzó su última anotación.

Todos fueron detenidos, además de sus protectores Viktor Kugler y Johannes Kleiman y la policía e llevó todos los ob­jetos de valor y el dinero que quedaba.

Fueron llevados a distintos campos de concentración alemanes —el único sobreviviente de los ocho escondidos fue Otto Frank, su padre—. Ana fue enviada al campo de concentración nazi de Auschwitz el 2 de septiembre de 1944 y, más tarde, al campo de concentración de Bergen-Belsen, donde murió de tifus alrededor de mediados de febrero de 1945, unos dos meses antes de que fuera liberado.

Edith Frank murió en el campo de concentración de Auschwitz, de inanición el 6 de enero de 1945.

Hermann van Pels («Van Daan») fue enviado a las cámaras de gas el 6 de setiembre de 1944, día de su llegada a Auschwitz, según datos de la Cruz Roja holandesa. Según declaraciones de Otto Frank, sin embargo, murió unas semanas más tarde, o sea, en oc­tubre o noviembre de 1944, poco antes de que las cámaras de gas dejaran de funcionar.

Auguste van Pels (la «señora Van Daan») fue a parar al campo de concentración de Theresienstadt, Checoslovaquia, el 9 de abril de 1945, tras haber pasado por los campos de Auschwitz, Bergen­Belsen y Buchenwald. Luego, por lo visto, fue nuevamente depor­tada. Se sabe que murió, pero se desconoce la fecha.

Margot y Ana fueron deportadas mediante una operación de evacuación de Auschwitz a Bergen-Belsen, al norte de Alemania, a finales de octubre. Como consecuencia de las desastrosas condi­ciones higiénicas hubo una epidemia de tifus que costó la vida a miles de internados, entre ellos Margot y, unos días más tarde, también Ana. La fecha de sus muertes ha de situarse entre finales de febrero y principios de marzo de 1945. Los restos de las niñas yacen, seguramente, en las fosas comunes de Bergen-Belsen. El campo de concentración fue liberado por las tropas inglesas el 12 de abril de ese mismo año.

Peter van Pels («Peter van Daan») fue trasladado el 16 de enero de 1945 de Auschwitz a Mauthausen, Austria, en una de las llama­das marchas de evacuación. Allí murió el 5 de mayo de 1945, sólo tres días antes de la liberación.

En 1947 -cuando se confirmó la muerte de Ana y de Margot-, apenas dos años después de terminada la guerra, su padre publicó el diario bajo el título La casa de atrás (en neerlandés, Het Achterhuis).

Ana Frank en una fotografía escolar a fines de 1941
Ana Frank en una fotografía escolar a fines de 1941

Ana Frank en una fotografía escolar a fines de 1941

  • Investigadora académica del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales (IIESES), Universidad Veracruzana

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