Mediante el diseño de una arquitectura bioclimática, investigadores universitarios mexicanos buscan reducir el consumo de energía y por tanto el gasto en la misma, en las viviendas que requieren de aire acondicionado, tanto para enfriarse, como para calefacción, lo que a su vez lleva a un impacto favorable hacia el medio ambiente.

El maestro Juan Carlos Pedraza Vidal, de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), uno de los desarrolladores del proyecto «Diseño de Pruebas y Prototipos Enfocados a la Arquitectura Bioclimática», dijo que generaron diversos prototipos que permiten revisar, desde las dimensiones, tipos y formas de las ventanas de una vivienda popular, hasta determinar medidas precisas y de orientación con el fin de alcanzar un mejor intercambio de aire para reducir enfermedades por los contaminantes estancados en ciertas áreas.

El profesor adscrito al Departamento de Evaluación del Diseño en el Tiempo sostuvo que las pruebas pretenden determinar las áreas de confort climático en las edificaciones, alcanzar la óptima climatización de las habitaciones, tanto en humedad como en temperatura para tener escaso consumo de energía, al reducir el uso de calentadores y calefactores.

El proyecto es realizado por el maestro Pedraza Vidal y por el ingeniero Fausto Rodríguez Ibarra, del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y sus resultados se publicarán en un libro de texto para consulta de los alumnos de Arquitectura de los niveles de licenciatura y posgrado, con el objetivo de que los estudiantes tengan mejor apreciación respecto al tema bioclimático y laboren en prácticas enfocadas al túnel de viento, así como en un manual para orientar sobre el diseño de viviendas con mejor ventilación. 

Pedraza Vidal, quien en proyectos anteriores trabajó con materiales destinados a procesos de construcción de muros prefabricados –bloques de pet y tetrapack–, recordó que los túneles de viento se utilizan principalmente para estudiar el impacto del viento y su comportamiento en diferentes aplicaciones en la industria aeronáutica –aviones, misiles, naves espaciales– automotriz –automóviles– y en la  arquitectura –puentes y edificaciones–.

La Unidad Azcapotzalco cuenta con dos túneles de viento instalados en el Laboratorio de Diseño Bioclimático utilizados como herramienta de investigación, en los que se realizan simulaciones para evaluar los efectos del movimiento del aire alrededor de diversos objetos sólidos, uno para visualización de flujo y el otro para determinación de presiones y cargas.

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