Sí al apoyo para la investigación cientiífica

Sí al apoyo para la investigación cientiífica


Palestra

 Por Eduardo Vázquez Reyes

“Posicionamiento solidario con todas las universidades del país para exigir en conjunto el aumento al presupuesto en ciencia y tecnología, para así poder afrontar los objetivos de una educación para todos/todas, información por escrito de las gestiones realizadas entre la UV y el Conacyt para la resolución en la negociación de esta problemática y garantizar en tiempo y forma la asignación de becas de posgrado para las próximas generaciones que ingresen a los programas de posgrado de la UV”. Estos tres puntos se encuentran en el comunicado que el día de ayer la Asamblea de Estudiantes de Posgrados de la Universidad Veracruzana emitió a la opinión pública.

Si analizamos estas tres exigencias veremos que, de cierta forma, podrían asimilarse como el resultado de una serie de sucesos y de los que-mirando hacia un futuro no muy lejano, pero casi desalentador- se presentarían. Es importante resaltar enfáticamente que de no ser discutidas y atendidas (las exigencia de la Asamblea), los problemas que intentan resolver tenderán a agravarse.

Lo que nos indican tales peticiones son, por lo menos, tres aspectos: 1) No hay un compromiso nacional entre universidades para fortalecer la demanda en contra del recorte de becas de posgrado emprendido por Conacyt. 2) La UV no ha manifestado, ni a la opinión pública ni a la comunidad universitaria, el seguimiento y progreso que de esta problemática se ha venido realizando (suponiendo que así sea). Y, finalmente, en el punto 3) se evidencia algo que es de una necesidad capital: asegurar a los nuevos postulantes que todo aquél que logre entrar a algún posgrado no contará con el problema de no recibir su beca correspondiente, teniendo en cuenta que se estaría en un programa de calidad perteneciente al PNPC. Claro está que este aspecto que comento es válido debido a que la máxima casa de estudios se encuentra llevando a cabo el proceso de ingreso sin, aparentemente, ninguna complicación de índole administrativa. Pero a decir de la Asamblea:

“Después de realizar un balance de la situación actual de las/los compañeros afectados en los distintos posgrados de la UV, concordamos que el común denominador en las solicitudes ‘rechazadas’ es que el número de becas se reduce y no se toma en cuenta las fechas de la convocatoria de ingreso (anual o bi-anual) de algunos programas, cerrando la posibilidad de que aumente el número de estudiantes que cursen un programa de posgrado de tiempo completo y contando con apoyo para su manutención”.

¿Qué tan preocupante es este panorama? Aunque el punto uno es un tema urgente, nos enfocaremos en los dos restantes dada la cercanía y particularidad. Como lo afirmamos en la columna pasada, la “Marcha por la ciencia”, a pesar de haber sido un evento global e histórico, no contó en Xalapa con representantes de la actual administración de la UV, quienes podrían haber  mostrar el compromiso y la solidaridad que como gremio universitario debe tenerse en una problemática que nos implican a los que, de una u otra manera, estamos relacionados con la producción científica y tecnológica que de ésta emana. Es evidente que esta movilización que tuvo lugar el pasado sábado 22 de abril es parte de una exigencia social en materia de políticas relacionadas con el futuro de la actividad científica en todos sus campos: humanidades, ciencias económicas-administrativas, formales y experimentales.

Ante el panorama de los distintos posgrados que están ofertándose en estos momentos, incluidos aquéllos que emiten convocatoria cada dos años y que podrían estar en la situación complicada de no obtener el total de becas de acuerdo con el total de alumnos (y no sólo para unos cuantos), la UV necesita- por fines únicamente de aclaración- brindar el respaldo a sus integrantes que entrarán a la investigación y cuyo fin es única y exclusivamente contribuir intelectualmente a la Universidad.

Quizá veremos con prontitud la recepción que estas peticiones tendrán en Rectoría y el diálogo que las autoridades de la UV emprendan y sostengan con los miembros de la Asamblea y , por supuesto, la comunicación que con el resto de la comunidad estudiantil, administrativa, laboral y académica se deje ver mediante su órgano oficial de Comunicación Universitaria. Ya escribiremos sobre tal punto en la próxima presentación de Palestra.

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