Por décadas, antes de que aparecieran los antibióticos, los rayos de sol fueron usados como terapia contra la tuberculosis. Ahora, por primera vez, un grupo de investigadores de la Queen Mary, University of London, demostraron por qué la helioterapia fue elegida para combatir esta enfermedad que aún aqueja a algunas zonas del mundo.

El estudio emprendido, en colaboración con el National Institute for Medical Research, ha demostrado que altas dosis de vitamina D, junto con el tratamiento tradicional de antibióticos, ayuda a los pacientes de tuberculosis (TB) a recobrarse con mayor rapidez.

La investigación, publicada recientemente en el journal Proceedings of the National Academy of Sciences en Estados Unidos, es la primera en investigar el efecto de la vitamina D sobre la respuesta del sistema inmunológico de los pacientes. Los descubrimientos indican que la vitamina D aminora la respuesta inflamatoria del cuerpo a la infección provocada por la TB, permitiendo a los pacientes recuperarse más rápido con menos daño en sus pulmones.

La vitamina D tiene dos formas de presentarse, como D2, la cual se obtiene en la dieta, y como D3, la cual es producida gracias a los rayos ultravioleta de la luz solar. De ahí que el tratamiento común en el siglo XIX fueran los baños de sol.

Asimismo, los investigadores sugieren que los suplementos de vitamina D, podrían ayudar a pacientes de otras enfermedades como la neumonía, sepsis y otras enfermedades pulmonares.

 

 

Referencias:

Queen Mary, University of London. “High doses of vitamin D help tuberculosis patients recover more quickly”. ScienceDaily.

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