Palma (EFE).- Técnicos medioambientales de Cabrera han instalado un hidrófono, un micrófono submarino, y colocarán otro próximamente para estudiar el proceso migratorio de la ballena rorcual común (Balaenoptera physalus), el segundo ser vivo más grande del planeta, y conocer más acerca de esta especie.
Este parque nacional marítimo-terrestre, gestionado por el Govern balear, participa en este proyecto conjunto de la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, el Oceanográfico de Valencia y el Instituto Franklin de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid).
El dispositivo se sumergió en febrero a 110 metros de profundidad para grabar el sonido a su paso por Cabrera de estas ballenas que habitan en distintos puntos del planeta y cuya población en el Mediterráneo se cifra aproximadamente en un cantidad de entre 3.000 y 4.000 ejemplares.
El jefe de sección del parque natural de Cabrera y responsable del proyecto, José Amengual, ha explicado en una entrevista con Efe que próximamente se instalará un segundo hidrófono, cuyo radio de acción alcanza los 200 kilómetros aproximadamente.
De este modo se logran escuchar los sonidos de baja frecuencia que emite este animal, a pesar de la contaminación acústica, que cada vez es mayor debido a la presencia de otras especies, de embarcaciones o de prospecciones petrolíferas.
La ballenas y rorcuales emiten sonidos a muy baja frecuencia que se propagan muy bien en el medio acuático en forma circular, ha destacado Amengual.
El rorcual común migra en primavera hacia el Mar de Liguria, al norte de Córcega, para alimentarse allí en verano, y los estudiosos trabajan con la hipótesis de que viajan hacia la isla francesa a través de la costa mediterránea, las Islas Columbretes, y por aguas de Cabrera.
En estas zonas se están colocando estos micrófonos anclados en el fondo del mar y, en breve, los técnicos analizarán los sonidos recogidos por el hidrófono que hay en Cabrera, después de que en marzo de 2011 hubo un avistamiento «espectacular» de una hembra con su cría a la que estaba alimentando, ha señalado Amengual.
El rorcual común es el segundo ser vivo más grande del planeta, solo superado por la ballena azul. En el caso de los que se hallan en el Mediterráneo, las hembras, que siempre son más grandes que los machos, pueden alcanzar los 23 metros como máximo frente a los 27 metros de las que surcan el océano Atlántico o el Pacífico.
Con este sistema de hidrófonos se podrá calcular la magnitud del fenómeno migratorio en aguas de Cabrera y determinar el origen de la población, ya que las emisiones de la especie permiten distinguir la población atlántica de la mediterránea.

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