El Paisaje Agavero de Jalisco fue reconocido por la UNESCO y el Instituto Smithsoniano, como uno de los diez sitios mejor conservados de la Lista de Patrimonio Mundial y que mantienen sólidos vínculos con sus comunidades; y han destacado el lugar dentro de un portal web para conmemorar, con ello, 40 años de la Convención de Patrimonio Mundial. 

            El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), cuyos especialistas elaboraron y presentaron el expediente para inscribir este sitio en la categoría de Paisaje Cultural, en 2006, recibió con beneplácito la noticia, y sus autoridades manifestaron que se trata de un “reconocimiento internacional a México y a la labor de una institución académica de gran prestigio que trabaja a favor de la conservación y la difusión del patrimonio cultural”.

            La UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) y el Instituto Smithsoniano, con sede en Washington, seleccionaron 10 sitios de entre los 962 que integran el listado mundial, para formar parte de un proyecto denominado Protección, conservación y prosperidad: Historias del Patrimonio Mundial, a través de internet, en el que los promotores darán difusión a diez sitios emblemáticos de Argelia, Australia, Alemania, Colombia, China, Etiopía, Estados Unidos (con dos lugares), Malí y México que encarnan en particular el papel de las comunidades locales en la preservación de dicho legado.

            El Paisaje Agavero y las Antiguas Instalaciones Industriales de Tequila, asentado en el valle de Teuchitlán, en Jalisco, entró a la Lista de Patrimonio Mundial luego de la presentación de un expediente elaborado por el arquitecto Ignacio Gómez Arriola, especialista del Centro INAH-Jalisco, y Francisco López Morales, director de Patrimonio Mundial de este Instituto.

            El doctor el arquitectura Ignacio Gómez Arriola recordó que este lugar emblemático de la cultura mexicana, y jalisciense en particular, fue uno de los primeros sitios que presentaron su nominación anexando un plan de manejo a corto, mediano y largo plazo, hecho que también fue reconocido por el organismo internacional. 

            Gómez Arriola señaló que debido a que junto con el expediente se presentó el plan de manejo, el Paisaje Agavero y las Antiguas Instalaciones Industriales de Tequila, al momento de su inscripción como Paisaje Cultural, cumplió con los criterios que exige la UNESCO. 

            Abundó que la definición de “Paisaje cultural” no sólo es la naturaleza sino “los procesos con los que los seres humanos van transformando el entorno en el que se desarrollan; en este caso con el agave, el proceso lleva más de dos mil años”.

            La iniciativa virtual en la que hoy es considerado el Paisaje Agavero, junto con otros nueve, es resultado de un acuerdo suscrito por la UNESCO y el Instituto Smithsoniano en 2011 para conmemorar el 40 aniversario de la Convención de Patrimonio Mundial.

            A través de un micrositio (www.worldheritage.si.edu) se puede encontrar el listado de los diez sitios elegidos, y observar mediante textos, audios y fotografías, la descripción, los procesos de preservación, la  comunidad que interviene, la fauna y los paisajes, la poesía y el arte o, en su defecto, la arquitectura de cada lugar. 

            Con base en los vastos archivos de la UNESCO y los acervos históricos mundialmente reconocidos del Instituto Smithsoniano, el proyecto Protección, preservación y prosperidad  hará hincapié en la importancia de los sitios inscritos y su relación con el desarrollo humano y la historia.

            Por ejemplo, el Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano posee una colección de muestras botánicas de agave que datan de 1950, así como información del uso de estas plantas que ha contribuido a dar forma a la cultura y el paisaje de Teuchitlán, Jalisco, durante los últimos 2 mil años, que podrán ser apreciadas por los cibernautas.

            El proyecto incluye los 10 sitios seleccionados: el Valle de M»Zab en Argelia; el Parque Nacional Kakadu, en Australia; el Paisaje Cultural del Lago del Oeste de Hangzhou, en China; el Paisaje Cultural Cafetero de Colombia; las iglesias rupestres de Lalibela, en Etiopía; la fábrica Fagus en Alfeld, Alemania; Acantilado de Bandiagara, en Malí; el Paisaje Agavero y las Antiguas Instalaciones Industriales de Tequila, en Jalisco, México, y los Everglades y el Pueblo de Taos, en Estados Unidos. 

            Este paisaje cultural y natural del tequila incluye los valles de Tequila y Amatitán, los municipios de Magdalena, Amatitán, El Arenal, Tequila y Teuchitlán, del estado de Jalisco, los cuales albergan las antiguas instalaciones industriales, campos, destilerías, haciendas, poblados y una zona arqueológica. 

            Gómez Arriola concluyó que parte del plan de manejo del Paisaje Agavero implica “que no se pierdan los saberes tradicionales en la preparación del tequila, que van desde la siembra y cultivo del agave; la cosecha por parte de los jimadores, y después los procesos artesanales de los maestros tequileros, que son gente de las mismas comunidades aledañas y resguardan tradiciones arcaicas”. 

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