En medio de un ambiente de fraternidad y camaradería, el gobierno de Francia condecoró con el grado de Caballero de la Orden del Mérito a los científicos mexicanos René Asomoza Palacio, Enrique Cabrero Mendoza y Octavio Paredes López, todos ellos miembros de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), en una ceremonia realizada anoche en la biblioteca de la Residencia de Francia.

La embajadora del país europeo, Elisabeth Beton Delégue, entregó el galardón que distingue los méritos extraordinarios a cada uno de los tres investigadores reconocidos, quienes durante la celebración estuvieron acompañados por miembros de la comunidad científica de Francia y México, así como por familiares y amigos.

Entre los presentes estuvieron, entre otros, José Narro, Eduardo Bárzana y Carlos Arámburo, rector, secretario general y coordinador de la Investigación Científica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) respectivamente; Francisco Bolívar Zapata, coordinador de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Oficina de la Presidencia y José Franco, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), quien se dijo complacido de que la relación franco-mexicana esté retomando caminos que se habían extraviado y celebró el reconocimiento a los investigadores mexicanos.

En la entrega de la insignia, Beton Delégue dirigió unas palabras de reconocimiento a la trayectoria científica de los galardonados. De ellos narró parte de la historia que cada uno vivió durante sus respectivas estancias en Francia, país que algunos eligieron para realizar sus estudios de posgrado y la estrecha colaboración científica con instituciones francesas de todos ellos. “Esta noche me siento particularmente orgullosa de ser anfitriona en esta casa de tres personalidades tan eminentes en el mundo académico mexicano”.

Me parece muy bien, dijo, empezar un nuevo rumbo de nuestra relación con el “Foro franco-mexicano para la investigación e innovación”, con esta condecoración y con el reconocimiento de una relación de largo plazo entre nuestros países, que creo que va más allá de los intereses de México y Francia, se trata, subrayó, de la ciencia y del servicio de la comunidad mundial. “Ustedes simbolizan, cada uno a su manera, los estrechos vínculos que unen a ambos países y más concretamente a nuestras comunidades científicas desde hace varias décadas”, dijo.

Tras su discurso, la embajadora impuso la insignia a cada uno de los investigadores mexicanos, quienes también tuvieron palabras de gratitud por la distinción. En su momento cada uno recordó algunos de los momentos de sus estancias en tierras galas, y de cómo esa experiencia académica influyó en su quehacer científico e impactó sus vidas.

El primero en hablar fue el doctor René Asomoza, director general del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), quien mencionó que luego de la preparación profesional que adquirió en Francia, donde tuvo oportunidad de trabajar al lado de Albert Fert, Premio Nobel de Físca 2007, ha logrado mantener una constante relación con ese país.

Dijo que en décadas recientes se ha incrementado la relación Francia-México, muestra de ello es que poco más de 2 mil 600 estudiantes mexicanos se encuentran en Francia, siendo uno de los tres principales destinos educativos para los alumnos mexicanos, junto con España y Estados Unidos; mientras que en México se encuentran cerca de mil 500 estudiantes franceses, lo que la convierte en la primera comunidad extranjera.

Por su parte, el doctor Enrique Cabrero, director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, aseguró que recibir una distinción de un país que respeta y admira es especialmente significativo. Añadió que Francia es una nación que le enseñó al mundo la democracia moderna en medio de monarquías reinantes, un país que contribuyó a la instauración del Estado moderno, laico, socialmente responsable, libertario y a favor de la fraternidad. Un promotor de la sociedad del conocimiento por la vía de la educación, investigación y cultura, preocupado por la justicia y serenidad geopolítica, por la sabiduría diplomática.

“Esta condecoración me colma de satisfacción por el respeto que genuinamente me impone la ciencia francesa, particularmente la sociología francesa, por una visión de la administración del gobierno que Francia ha profesado desde hace varios siglos. En mis estudios de doctorado y en múltiples oportunidades de colaboración con colegas franceses he podido madurar un mejor entendimiento respecto a las estructuras de gobierno verticales burocráticas y complejas que caracterizan a nuestros dos países”.

Cabrero Mendoza se comprometió a trabajar en una nueva etapa de cooperación, más intensa, innovadora y horizontal. “Quedan atrás unos años, muy pocos afortunadamente, un bache en la relación de la cual nadie se acuerda. Esto no significó nada en una trayectoria de cooperación de más de un siglo, tanto entendimiento no se pudo haber ofuscado por unos cuantos años de confusión”.

Octavio Paredes, ex presidente de la AMC e investigador de la Unidad Irapuato del Cinvestav, fue el último en hablar, lo hizo en francés y en español. Reconoció que en México se sigue con atención los campos en los que la Francia actual sigue haciendo aportaciones sobresalientes en los terrenos académicos, científico y de innovación; así como su larga experiencia en la transferencia de conocimiento.

“Seguimos observando los grandes avances de ese país en la industria espacial, en la transportación ferroviaria y aérea, en los campos de la salud, en la búsqueda de una agricultura verde y sustentable, en la transición energética, en la seguridad interna, y hasta el ahora cuestionado sector atómico, entre otros.

“Igualmente se identifican sus retos para detonar el valor de la ciencia entre sus jóvenes, frente a otras actividades que garantizan más ingreso con menor esfuerzo. El desafío constante de conectar la ciencia con su aplicación y, sobre todo, tomar el paso frente a nuevos y más agresivos competidores, su reconocido nivel de vida tiene una fuerte asociación con estos actores muy veloces y creativos”.

Paredes sostuvo que Francia y México, a un lado de sus diferencias, no dejan de tener retos similares como la necesidad de equilibrar cuidadosamente la investigación fundamental con la tecnología e innovación.

“La colaboración franco-mexicana tienen ya una larga historia, debemos aprovechar estas amplias avenidas de interacción científica para potenciar nuestro quehacer hacia una ciencia con responsabilidad y comprometida con el desarrollo armónico de nuestra sociedad”.

Felicita Narro a los condecorados

José Narro, rector de la UNAM, señaló en entrevista que la distinción de Francia para los científicos mexicanos es al mismo tiempo un reconocimiento para la ciencia nacional y muestra el interés que tienen el gobierno y la sociedad de Francia de fortalecer las relaciones con México, países que sufrieron “un tropezón muy fuerte en sus relaciones, hay que reconocerlo, pero también tengo que decir y admitir que se han estado haciendo esfuerzos para reestablecer lo que ha sido una relación histórica muy importante entre ambas naciones”.

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