Originario del pueblo minero de Nava en Coahuila, el ingeniero en mecatrónica, David Arreaga Salas emigró a Estados Unidos para continuar sus estudios. Primero, la maestría en el área de materiales sobre el tema de baterías de litio en la Universidad de Texas, después el doctorado en Interfaces Neuronales, un campo donde diseñan dispositivos biomédicos, y que lo ha llevado a incursionar en la electrónica flexible para diseñar televisiones, tablets y teléfonos a nivel comercial y formar la empresa “Ares Materials”.

Acostumbrados a ver mexicanos solo como obreros en Estados Unidos, poca gente cree que estén ahí para realizar investigación. Sin embargo, el doctor Arreaga Salas platica que en la vida académica es diferente, y él, como otros investigadores nacionales que forman parte de la Red de Talentos, capítulo Dallas, “promueven la imagen que mexicanos, además de ser la mano de obra también hacemos crecer la economía desde otra perspectiva: la ciencia”.

Arreaga Salas, egresado del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de la Región Carbonífera en Coahuila, recuerda que el grupo de interfaces neuronales le agradó porque el área es muy amplia y dinámica, abarca electrónica, procesamientos de materiales hasta la aplicación de la tecnología en pruebas in vivo e inclusive clínicas.

Platica que las interfaces neuronales disponibles comercialmente son hechas de materiales rígidos como silicio y que han quedado estancadas por muchos años, limitando el progreso de la neurociencia. Y si el neurólogo va a grabar señales del cerebro, que es un tejido muy suave casi como gelatina, al insertar un material con mayor rigidez, el órgano tiende a protegerse presentando una reacción natural del sistema inmune encapsula el dispositivo ajeno.

Ante ello, el equipo de trabajo en el que participa el mexicano diseña y desarrolla una tecnología que imita el módulo de rigidez del cerebro. Y han comprobado que el uso de estos nuevos materiales poliméricos permite reducir la respuesta inmune del tejido neuronal. Este avance permitirá a los neurólogos hacer experimentos crónicos, y eventualmente aplicarla en tratamiento para patologías como Alzheimer o Parkinson.

“En la Universidad de Texas en Dallas también hemos diseñado electrónicos que están sobre el material que imita los módulos del cerebro. Adaptamos procesos de semiconductores para crear dispositivos en una nueva plataforma amigable con los sistemas neuronales”.

Esta investigación en la que participa David Arreaga Salas, está en la etapa de pruebasin vivo (en ratas y en simios). Trabajan con diversos laboratorios en el mundo para validar la seguridad del dispositivo, y han comprobado en diversos estudios que la respuesta es positiva.

El grupo tiene cuatro años en la investigación y hace unos meses, la agencia estadounidense de proyectos de investigación avanzada para la defensa (DARPA), les otorgó un apoyo de un millón de dólares para los siguientes tres años de trabajo. Con este presupuesto planean llegar acercar estos dispositivos al mercado para uso humano.
 
Electrónica flexible
 
Como parte de su estancia de doctorado en la Universidad de Texas, Arreaga Salas se dio cuenta que la investigación –además de ser aplicable a dispositivos biomédicos- también es adaptable a la electrónica flexible en aparatos comerciales como teléfonos, televisiones y tabletas.

“Nos dimos cuenta que podíamos elaborar electrónicos completos y comercializables. Al terminar el doctorado voy a lanzar una empresa comercializando esta plataforma polimérica para construir aparatos de uso cotidiano de mejor desempeño. Todo el electrónico se va a construir sobre el polímero gracias a que soporta temperaturas de hasta 350 grados centígrados, químicos fuertes, ácidos, bases y solventes y tratamientos térmicos que mejoran la calidad de los semiconductores”.

El especialista mexicano explica que la plataforma será flexible pero con todo el contenido electrónico dentro y no como la pantalla “dúctil” que una importante compañía lanzó al mercado, y que tenía la parte electrónica por fuera.
La empresa que conformó Arreaga Salas ya tiene inversionistas, portafolio de patentes y el plan es lanzarla en fecha próxima.

“Mi plan es quedarme en Estados Unidos, porque la empresa tendría mayor campo de acción, sin embargo, tengo un compromiso absoluto con mi país, y la idea es que la investigación que requiera la empresa la haremos en centros de investigación mexicanos así como la manufactura. Se requiere tener un pie en cada país para tener una ventaja competitiva por ser mexicano y seguir abriendo puertas a otros connacionales”.

Con su experiencia de éxito, David Arreaga recomienda a los estudiantes mexicanos que deseen estudiar en el extranjero, pierdan el miedo a preguntar y a buscar la universidad que más les guste. Hay varias universidades que tienen investigación de primer nivel.

Orgulloso de haber triunfado en Estados Unidos y tener un futuro prometedor, el originario de Nava, se ha convertido en un referente en esta población de 10 mil habitantes, dice que está no será la primera vez que escuchen hablar de “Ares Materials”, porque van a llegar al mercado muy pronto, pues empresas como Sharp quieren colaborar con ellos para hacer el proyecto una realidad.

“Vine a Estados Unidos no solo a estudiar un doctorado y buscar un trabajo, sino a ser emprendedor y generar impacto en la industria”.

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