El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja fue galardonado hoy con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2012, informó el jurado en Oviedo, norte de España.

     Este movimiento es de la mayor red humanitaria del mundo y su misión es prevenir y aliviar el sufrimiento humano, proteger la vida y la salud y hacer respetar a las personas en tiempo de conflicto armado y en otras situaciones de urgencia, resaltaron fuentes de la Fundación Príncipe de Asturias.

     Esta organización de la Cruz Roja fue fundada en 1863 por el suizo Henry Dunant y su misión era prevenir y aliviar el sufrimiento humano, proteger la vida y la salud y hacer respetar la dignidad de las personas «especialmente en tiempos de conflicto armado y en situaciones de crisis y necesidad».

     Además, tal como resaltó el jurado, han incidido también para obtener este premio los principios de humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, voluntariado, unidad y universalidad que han guiado siempre su actuación como la protagonizada recientemente en los conflictos de Siria, Libia y Somalia o en los desastres naturales de Haití, Indonesia y Japón.

     La Cruz Roja, galardonada en tres ocasiones con el Premio Nobel, proporcionó en 2010 ayuda alimentaria a más de 4,9 millones de personas, artículos domésticos esenciales y productos de higiene a 4,7 millones e impulsó proyectos de abastecimiento de agua, saneamiento y construcción para 9,9 millones de personas.

     En suma, este Movimiento Internacional pronto evolucionó hacia las tres líneas de trabajo actuales: acción humanitaria hacia las víctimas de los conflictos bélicos, acción humanitaria hacia las víctimas de desastres naturales y de otro tipo en tiempo de paz, y acción preventiva y en favor del bienestar social y de la calidad de vida.

     Los premios Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional se conceden a aquellos «cuya labor con otro u otros en materias tales como la salud pública, la universalidad de la educación, la protección del medioambiente y el desarrollo social y económico, entre otras, constituyen una aportación relevante a nivel internacional».

     En esta nueva edición aspiraban al galardón un total de 33 candidaturas procedentes de Alemania, Bangladesh, Bélgica, Bielorrusia, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, Dinamarca, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Guatemala, Grecia, Holanda, Hungría, India, Irlanda, Lituania, Palestina, Polonia, Reino Unido, Rumania, Rusia, Ucrania, Venezuela y España.

     También competían al premio personalidades como la ex presidenta chilena Michelle Bachelet, Transparencia Internacional, la oceanógrafa Sylvia A. Eearle y el Instituto de Potsdam para la Investigación de las Consecuencias del Cambio Climático.

     Este ha sido el sexto de los ocho Premios Príncipe de Asturias que se conceden este año y que en 2012 cumplen su trigésima segunda edición.

     Ya han sido concedidos el Premio Príncipe de Asturias de las Artes al arquitecto español Rafael Moneo; el de Ciencias Sociales a la filósofa estadounidense Martha C. Nussbaum; el de Comunicación y Humanidades al diseñador de videojuegos japonés Shigeru Miyamoto; el de Investigación Científica y Técnica al biólogo británico Sir Gregrory Winter y al patólogo estadounidense Richard A. Lerner, y el Premio Príncipe de Asturias de las Letras al escritor estadounidense Philip Roth.

     Cada uno de los Premios Príncipe de Asturias está dotado con una escultura de Joan Miró -símbolo representativo del galardón-, la cantidad en metálico de 50.000 euros, un diploma y una insignia.

     La entrega de los premios será en Oviedo, en un acto presidido por los Príncipes de Asturias.

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