Investigadores del Centro de Regulación Genómica (CRG) en Barcelona consiguen reprogramar células de linfoma y leucemia para que dejen de ser malignas. Las células resultantes mantienen su nueva condición de células benignas incluso cuando ya no están sometidas al tratamiento y reducen las posibilidades de generar nuevos tumores.

Los resultados se publican en la prestigiosa revista científica Cell Reports.

La leucemia y el linfoma son dos tipos de cáncer en las células de la sangre. Ambas enfermedades son ampliamente estudiadas y, por ahora, son tratadas principalmente con quimioterapia, radioterapia y anticuerpos con el objetivo de destruir las células cancerígenas. Lamentablemente, todavía existe un número sustancial de pacientes que no consiguen superar estas enfermedades mediante los tratamientos existentes. Por  ese motivo, en un futuro los nuevos descubrimientos que ahora se presentan podrían ser importantes.

“Nuestros experimentos muestran que las células de cáncer en humanos pueden ser transdiferenciadas (transformadas) en células normales similares. Este descubrimiento es una prueba de metodología para una nueva estrategia terapéutica que permita tratar enfermedades de la sangre como la leucemia y el linfoma”, explica Thomas Graf, investigador principal del trabajo, jefe de grupo en el Centro de Regulación Genómica (CRG) y profesor de investigación ICREA.

Thomas Graf y su equipo ya demostraron en el pasado que, gracias al factor de transcripción C/EBPα, era posible reprogramar un tipo celular de la sangre en otro. Concretamente, sus trabajos se centraron en la reprogramación de linfocitos en macrófagos. Ahora, este laboratorio ha investigado la posibilidad de reprogramar células cancerígenas de la sangre en macrófagos. El resultado ha sido muy positivo. Los investigadores no sólo han conseguido transdiferenciar las células malignas sino que las células reprogramadas mantienen su nueva condición de macrófagos a lo largo del tiempo y de forma definitiva.

Además, los investigadores han podido comprobar que la capacidad de generar tumores en ratones inmunosuprimidos se reduce drásticamente, lo cual posiciona su propuesta como un una nueva modalidad de tratamiento muy efectivo. Al convertir las células malignas en macrófagos – un tipo celular que no se divide –  el trabajo que presentan Graf y colaboradores ofrece la posibilidad de combatir en el futuro el cáncer sanguíneo con un nuevo tipo de tratamiento. Si bien los tratamientos utilizados hasta el momento permiten eliminar las células cancerígenas, todavía no se había conseguido reducir la capacidad de generar nuevos tumores.

Debemos seguir investigando para encontrar la manera de utilizar lo que acabamos de descubrir en beneficio de los pacientes. Lo más importante es que ahora sabemos que las células de cáncer humanas pueden ser reprogramadas con éxito y que además la reprogramación disminuye las posibilidades de reproducir el cáncer. Ahora intentamos encontrar compuestos químicos (o farmacéuticos) con la misma capacidad para tratarlo, no solo en cultivo sino también en pacientes”, insiste Thomas Graf.

El trabajo cuenta con la participación de dos laboratorios en España. El investigador Thomas Graf en el Centro de Regulación Genómica (CRG) ha liderado el proyecto y ha contado con la participación del grupo de José A. Martínez-Climent del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra. El proyecto ha sido financiado por el Ministerio de Educación y Ciencia y el Ministerio de Salud, a través del Instituto de Salud Carlos III. La primera autora del artículo, Francesca Rapino, cuenta con una beca del Programa Internacional de Doctorado financiado por “La Caixa”.

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