Aprender a vivir con la inundaciones, disminuir el consumo de agua y tener un buen manejo de desechos, son mecanismos que la ciudadanía puede llevar a cabo para mitigar los efectos de un problema sin solución como es el tratamiento y abastecimiento de agua en México, señaló el doctor Agustín Felipe Breña Puyol, profesor-investigador de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

En la Conferencia Problemática y retos del agua en México, del ciclo La Metro en el Metro. Un paseo por el conocimiento, Breña Puyol señaló que los problemas del agua en México son muy complejos. Uno de ellos es el manejo de las aguas residuales, para lo cual no existe una política real, ni infraestructura adecuada.

Tal es el caso del Distrito Federal que es uno de los estados del país que menos sanea sus aguas residuales. Lo hace a razón de 11 metros cúbicos por habitante en lugar de los 73 que correspondería. Pero el extremo es Oaxaca y Yucatán que no sanean nada.

En torno a los hundimientos diferenciales e inundaciones, explicó que se deben al manejo inadecuado, como es la sobreexplotación del agua subterránea y a un sistema de drenaje insuficiente.

Otro elemento que incide en esta situación es el ordenamiento territorial, pues indicó que 56 por ciento de la población total en el país se encuentra asentada en las zonas metropolitanas, por lo que consideró que quizá el problema más grave para el manejo del agua es la sobrepoblación.

La infraestructura hidráulica en México no cuenta con un esquema de mantenimiento y conservación. Detalló que en el caso de las cien presas más grandes del país, 35 por ciento sobrepasa el periodo de vida útil que es de 50 años y si bien existen técnicas de reingeniería para prolongar la vida de estas obras, no se aplican.

Un aspecto más que se suma al difícil manejo del recurso, es que 40 por ciento de agua potable se desperdicia por fugas debido a que el sistema de drenaje se colapsa y actualmente su capacidad es insuficiente.

Esta situación, indicó, ha llevado a que los lugares donde el abasto es insuficiente y el suministro es a partir de pipas, éstas ya no transporten agua potable, sino agua residual tratada, problema que se resolvería si en el caso del Distrito Federal, algunos de los 45 ríos entubados en lugar de transportar agua con desechos llevaran agua limpia.

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