Indígena disfrazado de árbol, Día Internacional de la Tierra

Indígena disfrazado de árbol, Día Internacional de la Tierra


El 22 de abril de 1970, una avalancha humana salió a las calles de Estados Unidos: 20 millones de personas -aproximadamente- tomaron las calles en ciudades y pueblos de EE UU, preocupados por un sólo tema: el impacto de la humanidad sobre el planeta

Ese fue el primer antecedente en la conmemoración de un Día de la Tierra, la movilización de personas de cerca de 2,000 comunidades de todo EEUU. Su presencia fue tal que llegaron a cerrar la Quinta Avenida de Nueva York. Marcharon por las calles, pero también asistieron a charlas y participaron en “limpiezas”.

El corazón de la movilización para crear conciencia sobre los problemas ambientales que vive el planeta, fue Washington, en una acción promovida por el senador de Wisconsin Gaylor Nelson y el activista ecológico Denis Hayes, de 25 años, estudiante del Harvard Kennedy School, quienes buscaban la creación de una institución gubernamental de protección al medio ambiente.

En esta convocatoria participaron dos mil universidades, diez mil escuelas primarias y secundarias y centenares de comunidades. La presión social tuvo sus logros y el gobierno de los Estados Unidos creó a mediados de ese año la Environmental Protection Agency (Agencia de Protección Ambiental) y una serie de leyes destinadas a la protección del medio ambiente.

El antecedente inmediato más llamativo fue el derrame de petróleo en Santa Bárbara, California, de 1969, considerado el mayor vertido de la historia en aguas estadounidenses. Durante diez días se derramaron entre 13,000 y 16,000 m3 de crudo y se estima que unas 3,500 aves marinas perecieron, además de mamíferos marinos y peces. Cincuenta años después, solo le superan las catástrofes petrolíferas del Deepwater Horizon en 2010 y del Exxon Valdez en 1989.

A partir de entonces el movimiento ecologista mundial tomó más fuerza y en 1971 se funda la organización Greenpeace que comienza a tomar medidas más directas y a enfrentarse con empresas y gobiernos.

En 1979, aparece en Bremen, Alemania el primer partido político ecologista: “los verdes”.

Como antecedente está el trabajo de la bióloga estadounidense Rachel Louise Carson, quien con su “Primavera silenciosa” hizo el primer alegato contra los pesticidas artificiales y en especial contra el DDT, que impulso al Presidente John Fitzgerald Kennedy a confirmar y oficializar el informe de Carson, lo que propició que en 1970 se prohibiera el uso del DDT.

La ONU en acción paralela implementa su Día Internacional de la Madre Tierra y apunta que “allá por 1972, cuando los ecologistas eran considerados un grupo marginal, celebramos en Estocolmo la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano” en Estocolmo, Suecia. Ésta representó el inicio de un proceso de concienciación mundial acerca de la interdependencia que existe entre los seres humanos, las demás especies vivas y nuestro planeta, asienta el organismo internacional

“El mundo ha respondido con lentitud a las emergencias generadas por el calentamiento de la Tierra y los daños que nuestra imprudencia está causando a nuestro planeta”, acusa la ONU

El Día Internacional de la Madre Tierra promueve una visión del planeta como la entidad que sustenta a todos los seres vivos de la naturaleza. Rinde homenaje específicamente a la Tierra en su conjunto y al lugar que ocupamos en ella. El Día Internacional de la Madre Tierra no tiene por objetivo reemplazar otros actos, como el Día de la Tierra que se celebra en muchos países desde los años setenta, sino reforzarlos y reinterpretarlos sobre la base de los cambiantes desafíos que enfrentamos.

En el año 2009, en su octavo período de sesiones, el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas solicitó a los relatores especiales pa ra que prepararan un estudio sobre la aplicación de la resolución 63/278 de la Asamblea General teniendo en cuenta, entre otras cosas, la necesidad de respetar y reconocer los derechos de la Madre Tierra.

La tierra que habitamos

«Madre Tierra» es una expresión común utilizada para referirse al planeta Tierra en diversos países y regiones, lo que demuestra la interdependencia existente entre los seres humanos, las demás especies vivas y el planeta que todos habitamos.

La Tierra y sus ecosistemas son nuestro hogar. Para alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras, es necesario promover la armonía con la naturaleza y el planeta.

Celebramos el Día Internacional de la Madre Tierra para recordar que el planeta y sus ecosistemas nos dan la vida y el sustento. Con este día, asumimos, además, la responsabilidad colectiva, como nos recordaba la Declaración de Río de 1992, de fomentar esta armonía con la naturaleza y la Madre Tierra.

Este día nos brinda también la oportunidad de concienciar a todos los habitantes del planeta acerca de los problemas que afectan a la Tierra y a las diferentes formas de vida que en él se desarrollan.

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