Pro primera vez, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebra el “Día Mundial del Retrete”, promovido porque “aunque una vasta mayoría de la población mundial tiene acceso a teléfonos móviles, un tercio de la humanidad no tienen acceso a un saneamiento adecuado, incluidos inodoros o letrinas, con graves consecuencias para la salud, la dignidad y la seguridad, el medio ambiente y el desarrollo económico y social”.

La decisión para aplicar esta conmemoración se tomó el 24 de julio de éste 2013, mediante la la resolución (A/RES/67/291) de la Asamblea General de la ONU.

Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU en su mensaje sobre este día asienta que “cada año más de 800.000 niños menores de 5 años mueren innecesariamente a causa de la diarrea —más de un niño cada minuto. Innumerables niños caen gravemente enfermos y en muchas ocasiones les quedan secuelas a largo plazo que afectan a su salud y su desarrollo. Un saneamiento y una higiene deficientes son la principal causa de ello. En todo el mundo, unos 2.500 millones de personas no gozan de los beneficios de un saneamiento adecuado. Más de 1.000 millones de personas defecan al aire libre. Echemos abajo los tabúes y hagamos del saneamiento para todos una prioridad de desarrollo mundial”.

De hecho el que se de este tipo de saneamiento también tiene un fin económico, porque, como asienta el mismo Ban Ki-moon, “El abastecimiento de agua y el saneamiento deficientes cuestan a los países en desarrollo unos 260.000 millones de dólares al año —el 1,5% de su producto interno bruto. Por el contrario, por cada dólar invertido se genera un beneficio económico de 5 dólares al mantener a la población sana y productiva. Cuando en las escuelas hay aseos dignos, la asistencia de niñas es un 11% mayor”.

Este tipo de acciones son indispensables para el desarrollo sostenible, la dignidad y la existencia de oportunidades, remcarca.

Pero también tiene un fin de seguridad, porque “Cuando las mujeres tienen acceso a letrinas privadas, son menos vulnerables a ser agredidas”.

Pero aún así, “Pese a los argumentos de peso de índole moral y económica para promover el saneamiento, se ha avanzado demasiado poco y demasiado despacio”.

Ante esto Ban Ki-moon refiere la promoción hecha  con el “Llamamiento a la Acción en Materia de Saneamiento” con el objetivo de poner fin a la defecación al aire libre para 2025 y continuar la labor de iniciativas existentes, como la alianza Saneamiento y Agua para Todos y la iniciativa “Saneamiento Sostenible: Campaña Quinquenal hasta 2015”, año en que se cumple el plazo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

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