Esther Hernández Palacios presentará este miércoles 28 de noviembre a las 18:00 horas, en el auditorio del Museo de Antropología de Xalapa (MAX), su libro Diario de una madre mutilada, redactado casi inmediatamente después del sepelio de su hija Irene, quien fuera asesinada la noche del 8 de junio de 2009 en compañía de su esposo.

         Este documento –en que la autora ha eliminado la letra H de su nombre, como forma de representar la mutilación aludida–, fue distinguido con el Premio Bellas Artes de Testimonio “Carlos Montemayor 2011”, otorgado por el Instituto Chihuahuense de Cultura y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

La autora recibió la distinción el 26 de enero de 2012 en el Palacio de Gobierno de Chihuahua, a unos metros del lugar en que fuera abatida Marisela Escobedo, otra madre que reclamaba justicia por el asesinato de su hija y a cuya memoria la autora dedicó el premio recibido.

Hernández Palacios, académica adscrita al Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias de la Universidad Veracruzana (UV), ha mencionado que inició la redacción de este documento apenas dos días después del asesinato de su hija. Solicitó a una de sus amigas una libreta negra de pasta dura, sin espiral (para evitar la tentación de arrancar las hojas) y pluma con tinta de gel para rápido deslizamiento.

“Escribir era, en esos momentos, una necesidad imperiosa para mí. Plasmé allí todo lo que sentía, con el corazón destrozado y lágrimas en los ojos.”

Ello ha sido también la respuesta coherente a los muchos años de enseñar a sus alumnos el valor de la palabra poética. “Siempre les he dicho que la poesía funciona para los momentos más importantes de la vida: para el enamoramiento, el nacimiento de un hijo y para sobrevivir a la muerte de los seres queridos. Soy escritora, crítica literaria y profesora en literatura, pero no soy poeta. Han sido las circunstancias las que me condujeron a crear poesía”.

Este testimonio es también la sonora denuncia de una mujer convencida de la ausencia de justicia en el país. “Si viviéramos en un sistema en que prevaleciese el Estado de Derecho, por lo menos esperaría que paguen los culpables. Pero es imposible en las actuales circunstancias y esto es lo terrible de la situación que vivimos: la impunidad, la desazón, el pesimismo”.

Esther Hernández Palacios también dijo sentirse identificada con la activista Marisela Escobedo: “Ella murió clamando justicia porque creía en la ley y en una posible aplicación justa de la misma. Yo soy mujer de poca fe; no tendría valor para plantarme sola en una plaza exigiendo justicia. Estoy convencida que debemos ser muchos quienes reclamemos; todos debemos levantar nuestra voz. Nos falta mucho camino por recorrer para esperar que las cosas cambien en este país.

”Debemos tratar de sobrevivir en este clima de violencia, pero no tratar de acostumbrarnos a ello; eso significaría darnos por vencidos. Sobrevivir pese a la impunidad significa que debemos hacer lo que nos corresponda. A mí me corresponde escribir y creo firmemente en la palabra escrita. Mi fe se apoya más en la poesía que en la oración…”, concluyó.

Cabe destacar que en la presentación de Diario de una madre mutilada participarán Marianne Toussaint, Magali Velasco, Rodolfo Mendoza y Diego Salas.

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