Luego de ser visitada por cerca de 15 millones de personas durante una itinerancia de  cuatro años, la muestra paleontológica Huellas de la vida, en la que se presentan fósiles y recreaciones de esqueletos de dinosaurios hallados en México, abrirá este viernes 26 de abril en el Museo Regional de la Laguna (Murel), en Torreón Coahuila, donde permanecerá hasta el 2 de junio.

La exposición fue concebida a partir de diferentes muestras que el Museo del Desierto de Coahuila presentó en distintos momentos en diversas sedes: Los fósiles marinos del Noreste de México, Gigantes de Coahuila, La Era de Hielo y Joyas fósiles, con las que el recinto —operado por la fundación Amigos del Desierto de Coahuila A.C.­— decidió integrar una sola muestra que a través de elementos museográficos de vanguardia, llevara al público por un viaje de 72 millones de años para explicar la historia natural del planeta.

Gretel de la Peña, directora del Murel, informó que Huellas de la vida abrió por primera vez al público en mayo de 2009, en el Zócalo de la Ciudad de México, y posteriormente viajó a Campeche, Sinaloa y Guanajuato. “Ahora el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a través del Museo Regional de La Laguna, se suma a esa itineraria, con un montaje que presenta los resultados de investigaciones paleontológicas realizadas en el noreste del país durante los últimos años”.

La muestra se organiza conjuntamente por el Museo del Desierto, el Gobierno del Estado de Coahuila y el municipio de Torreón, con la participación del Centro INAH-Coahuila, bajo la gestión de Francisco Aguilar.

José Manuel Padilla, paleontólogo del Museo del Desierto, explicó que este montaje se ha adaptado al espacio de cada una de las sedes; en el Murel se presentan las réplicas de cuatro esqueletos de dinosaurios en escala 1:1 (tamaño natural), los que corresponden a los tres grandes carnívoros de Norteamérica; destaca el Velafrons coahuilensis, especie que hasta el momento sólo se ha encontrado en Coahuila.

También las réplicas de tres reptiles voladores que ejemplifican al Muzquizopteryx coahuilensis, uno de los más pequeños que ha habitado el planeta; y en contraste, una réplica del  Quetzalcoatlus, el más grande registrado hasta el momento.

La muestra da la bienvenida con una explicación gráfica de los eventos más destacados, desde la Era Paleozoica hasta la Mesozoica, incluido el momento en que aparecen los dinosaurios y los reptiles marinos y voladores.

En la sección A la caza de los amos del Mesozoico los visitantes conocen in situ una excavación escenificada en 8 metros de longitud, en la que se puede observar cómo se encuentran y excavan los fósiles; también se representa un campamento paleontológico, mientras en una vitrina se exhibe el fósil de una tibia original de hadrosaurino, y se ofrece información sobre lo que es la paleontología y cómo lleva a cabo las investigaciones esta ciencia.

Sigue la reconstrucción de un Laboratorio de Paleontología, donde el visitante conoce las técnicas de limpieza, consolidación y clasificación de fósiles. Aquí también es posible observar los pasos para el armado de los enormes restos de dinosaurios; se exhiben réplicas de un cráneo de tigre dientes de sable y de un molar de mastodonte; también se pueden ver las herramientas que usa un paleontólogo en su laboratorio.

El recorrido museográfico lleva al módulo La vida marina del Mesozoico en México, a través de un túnel donde están representados los fósiles de peces y reptiles de los mares antiguos en lo que hoy es la República Mexicana, algunos únicos en el mundo por lo que se consideran “joyas paleontológicas”. Cabe destacar que esta fauna marina vivió hace 145 millones de años donde hoy se encuentra el desierto de Coahuila. En esta sección destaca también la réplica del pliosaurio de Aramberri.

De los reptiles marinos se llega a los Amos del cielo Mesozoico en México, donde se presenta en réplicas la colección de esqueletos de reptiles voladores de México, entre los que están el Quetzalcoatlus northropi, de 12 metros de altura; y el Muzquizopteryx coahuilensis, de tres metros.

En la sección Marcha de los dinosaurios de Norteamérica, los visitantes serán testigos de la biodiversidad de dinosaurios que habitaron el norte del continente. Se montó un par de escenarios donde un dinosaurio herbívoro es acechado por tres carnívoros. Se pueden ver réplicas del Velafrons coahuilensis, cuyo original es de una especie endémica de Coahuila; y del Tyrannosaurus rex.

La exhibición de las cuatro réplicas de esqueletos se complementa con vitrinas donde se exhiben ejemplares originales del periodo Cretácico Superior (hace 72 millones de años) y otros que ejemplifican el proceso de fosilización, así como algunos elementos del esqueleto de dinosaurios. También en esta sección el visitante encuentra interactivos amenos.

En Los dinosaurios de México; un viaje de 72 millones de años al pasado se pueden ver seis réplicas de dinosaurios robotizadas, elaboradas con la participación de ingenieros en robótica, y de paleontólogos que dieron asesoría para no tergiversar la realidad biológica de estas especies. En esta sección hay una representación escenográfica del paleoambiente que existió en México en aquella época, cuando habitaban los dinosaurios en el Cretácico Superior. A través del conjunto de animatronics escala 1:1 y un escenario natural se observa la apariencia como en vida natural de los dinosaurios de México, así como del ecosistema que preexistía con ellos.

La muestra cierra con una sección de Fósiles vivientes, la cual presenta a seis seres vivos que habitan el planeta desde la época de los dinosaurios y que han sobrevivido a las extinciones masivas sin muchos cambios en sus formas: la boa constrictor, el escorpión emperador, la tortuga lagarto, la tortuga del desierto, el pez catán y la iguana verde.

Huellas de la vida permanecerá abierta al público hasta el 2 de junio en el Museo Regional de La Laguna, en Torreón, Coahuila, de 9:00 a 17:00 horas. Entrada libre.

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