Edad avanzada y diabetes sin atender, factores para perder la vista


Ver partículas flotantes, sombras o manchas, además de dificultad para visión nocturna, son signos de daños en la mácula que pueden ser irreversibles.

Si usted ha notado que le cuesta trabajo centrar la vista en un punto específico, que las líneas rectas se distorsionan o que le resulta muy difícil enfocar en el centro del campo visual, posiblemente empiece a desarrollar problemas originados en la mácula, parte esencial de la retina.

Esta afección visual es detonada por dos factores, edad avanzada y diabetes, que de presentarse en la misma persona multiplica sus posibilidades de pérdida de este sentido.

Al respecto el doctor Rafael Alfonso Bueno García, jefe del Servicio de Retina del Hospital General Dr. Manuel Gea González señala que el desconocimiento sobre las repercusiones de la diabetes en la salud ocular representa un peligro para los pacientes, toda vez que puede afectar la calidad de visión y favorecer el desarrollo de degeneración macular relacionada con la edad.

La mácula es la zona central de la retina donde se concentran la mayoría de los fotoreceptores que permiten la visión nítida y de los colores, es decir, aquella que permite reconocer rostros, letras y detalles finos de nuestra visión. En ella se contiene un líquido esencial para el funcionamiento eficiente del globo ocular; cuando este fluido tiende a salir se denomina edema macular. Para los especialistas, la principal razón por la que el líquido en la mácula se escapa es el alto nivel de glucosa en sangre.

No es raro que el edema macular diabético se presente después de manifestarse retinopatía diabética, un complejo proceso de deterioro de la retina que produce la obstrucción de los vasos sanguíneos y la aparición de hemorragias, por causa de diabetes mal controlada. Cabe destacar que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente 20 por ciento de la población recién diagnosticada con diabetes tipo II presenta retinopatía diabética.
Uno de los signos que deben llevar al paciente diabético a consulta con el oftalmólogo retinólogo es la visión borrosa, así como percepción de partículas flotantes, sombras o manchas visuales, además de dificultad para ver de noche.

“Es imprescindible la detección oportuna en los pacientes con diabetes y familiares mediante la revisión anual de su visión, a través de exámenes como fondo de ojo, medida de presión ocular y agudeza visual, estado de la mácula y angiografía de retina”, aconseja el doctor Bueno García, también coordinador de Servicios de Retina para el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios.

El retinólogo destaca que dado que se trata de una enfermedad progresiva que ocasiona pérdida de la visión central, limita a quien la padece en la realización de actividades como leer, manejar automóvil, reconocer rostros faciales, colores o cambios de luz, situación que podría reducir su funcionalidad social y laboral.

De acuerdo con la Secretaría de Salud, un factor de riesgo más para desarrollar degeneración macular es cursar la quinta década de la vida, por ello es muy importante que todas las personas mayores de 50 años atiendan las medidas de prevención, así como la realización de exámenes oculares regulares para descartar o atender, en su caso, de manera oportuna dicha alteración visual.

Al respecto, el doctor Bueno García refiere que considerando que México se encuentra en una etapa de inversión de la pirámide poblacional, el número de adultos mayores será cada vez más importante, lo cual hace que enfermedades como la degeneración macular sea un tema de relevancia en la salud pública. Agrega que si bien existen en nuestro país campañas sobre prevención y detección de glaucoma y catarata, no recibe la misma atención el daño en la mácula, y debe incidirse en ello.

Algunas medidas que pueden prevenir problemas de visión relacionados con diabetes es evitar las drásticas “subidas y bajadas” de glucosa, llevar una dieta balanceada, proteger los ojos con lentes fotosensibles que bloquean 100 por ciento los rayos Ultra Violeta, evitar que los ojos tengan contacto con el humo del cigarro u otros agentes contaminantes y descansar la vista cuando sea necesario.

Finalmente, el especialista exhortó a la población de adultos mayores a realizarse exámenes periódicos y consultas con el oftalmólogo una vez por año. “En el cuidado de la salud visual más vale prevenir que lamentar. Por eso, la concientización y la información son clave para atender y preservar la salud de nuestros abuelos, que son fuente de experiencia y conocimiento”.

(Agencia ID)

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