La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) es la autoridad mundial en materia de conservación de la naturaleza y los recursos naturales, y es el organismo encargado de confeccionar las Listas Rojas de Fauna y Flora a nivel mundial. Pero para el grupo de las aves, es BirdLife International la organización encargada de elaborar la Lista Roja Mundial de Aves para la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (IUCN).

Esta organización considera que en el mundo existen 10.425 especies de aves, de las cuales 350 hasta hace poco eran consideradas como subespecies y, actualmente, han sido reconocidas como especies gracias a las mejores técnicas científicas, principalmente genéticas. Durante la última revisión de 2014, BirdLife Internacional ha evaluado por primera vez su estado de conservación para su posible inclusión en la Lista Roja de Especies Amenazadas de Aves de la UICN. Los resultados son preocupantes, ya que más del 25% de estas nuevas especies de aves han sido calificadas con alguna categoría de amenaza dentro de la Lista Roja de la UICN, en comparación con el 13% de las especies del total de la Lista Roja, por lo que es urgente establecer acciones prioritarias de conservación.

Especies como el pavón muitú de Belem (Crax pinima) del noreste Brasil o el petrel de las islas Desertas (Pterodroma deserta) de Madeira, han sido catalogadas como amenazadas a nivel mundial. En el caso del colibrí de barba azul (Oxypogon cyanolaemus), un hermoso picaflores del noreste de Colombia, puede ser demasiado tarde, ya que la especie no ha sido vista en los últimos 70 años.

El caso de España

Sin tener en cuenta las especies “No evaluadas” (NE), las que cuentan con “Datos Insuficientes” (DD) o las que presentan una categoría de “Preocupación Menor” (LC), en la tabla 1 se muestra un listado de las especies de aves españolas más amenazadas a nivel mundial e incluidas en la Lista Roja Mundial de las Aves de 2014.

Se trata de 26 especies que presentan, en general, un fuerte declive poblacional, que son muy escasas o cuya área de distribución es muy reducida. Además, suelen estar sometidas a graves amenazas. En total, en torno al 7% de las especies españolas están amenazadas a nivel mundial.

Es necesario que en las comunidades autónomas donde habitan estas especies, las Administraciones competentes elaboren y publiquen los planes de recuperación o conservación a los que obliga la Ley y con los que no cuentan muchas comunidades autónomas hasta la fecha.

Nuevos criterios para clasificar y catalogar las especies

Los nuevos criterios para determinar qué taxones califican como especies han creado unas condiciones de igualdad, en la que todas las especies de aves se pueden evaluar por igual. Además, en la nueva lista se añaden datos precisos de distribución para ayudar a arrojar luz sobre los lugares más importantes para las aves, la naturaleza y las personas, y que constituyen las áreas del planeta cuya estricta protección y conservación es urgente y prioritaria.

Un claro ejemplo es el del avestruz común (Struthio camelus), para la que solo se reconocía una especie con varias subpoblaciones o razas, siendo evaluada de forma global con la categoría IUCN de “Preocupación Menor” (LC: Least Concern). Sin embargo, la avestruz somalí (Struthio molybdophanes), que antes se consideraba como una raza que se encontraba en Somalia, Etiopía, Yibuti y Kenia, se reconoce ahora como una especie independiente de la avestruz común, y con la categoría de “Vulnerable” (VU). Su área de distribución parece que no deja de reducirse y su población presenta un rápido declive a causa principalmente de la caza descontrolada, la recolección de huevos o la persecución, y su condición podría empeorar si pronto no se toman medidas.

“Casos como el de la avestruz somalí muestran la importancia de seguir profundizando en la investigación del estatus taxonómico de las aves para no encontrarnos con sorpresas desagradables como ésta, en la que una especie que considerábamos en estado seguro está gravemente amenazada”, declara Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife. En éste sentido, añade: “es urgente que se cree un programa estatal para la conservación de la biodiversidad en el próximo Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación, con el objeto de dotar de medios a los científicos para poder frenar la pérdida de biodiversidad en España”.

Además de la evaluación del estatus de amenaza de las de nuevas especies reconocidas, la Lista Roja de 2014 también reevalúa la situación de algunas especies ya existentes. Del colorido charlatán bugún (Liocichla bugunorum) se conocían únicamente tres pequeñas localidades en la zona del Himalaya del noreste de India, donde se han localizado solo unas pocas parejas. A raíz de la reciente construcción de una carretera a través de su hábitat, y de los daños causados por los incendios incontrolados, la especie ha sido reclasificada como “En Peligro Crítico” (CR: Critically Endangered). Pese a los exitosos esfuerzos de conservación que han permitido que el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) se recupere en Europa, la disminución a nivel mundial de su población a causa de envenenamientos, caza ilegal y molestias humanas, colisiones y electrocuciones con tendidos eléctricos han hecho que su categoría de amenaza a nivel global haya aumentado de “Preocupación Menor” (LC) a “Casi Amenazada” (NT: Near Threatened).

La evaluación realizada para la elaboración de la Lista Roja de Aves de 2014 también plantea la importancia de varios hotspots o “puntos calientes de biodiversidad” para las aves amenazadas. Se trata de muchas especies que han sido recientemente reconocidas y que se localizan en el sudeste de Asia, donde la biodiversidad está altamente amenazada. Partes de esta región ya se han identificado como áreas de importancia mundial por su alto grado de endemicidad (zonas con un alto porcentaje de especies endémicas, es decir, que no se encuentran en ningún otro lugar de la Tierra). Incluso ahora se ha demostrado que algunos de estos puntos de importancia internacional son incluso más importantes de lo que anteriormente se pensaba, como por ejemplo, las islas indonesias de Talaud y Sangihe y parte del archipiélago de Filipinas, especialmente la isla de Cebú. En estas áreas es necesario emprender acciones de conservación urgentes para poder proteger los hábitats que todavía no han sido destruidos y salvaguardar el futuro de aves que se encuentran “En peligro crítico” (CR) como el martín pigmeo de Sangihe (Ceyx sangirensis) o el vinago pardo de Cebú (Phapitreron frontales), ninguno de los cuales se ha vuelto a ver recientemente, aunque todavía podrían contar con poblaciones residuales supervivientes.

También hay implicaciones muy preocupantes para la conservación de la isla indonesia de Java. Especies reconocidas recientemente como el pito de Java (Chrysocolaptes strictus), catalogado “Vulnerable” o el martín pescador bandeado de Java (Alcedo euryzona) considerado “En Peligro Crítico”, muestran cómo en la isla ha habido un gran proceso de especiación que ha dado lugar a muchas especies diferentes. Pero por otra parte, cada especie cuenta con muy poca densidad de poblacional y la isla de Java está sufriendo una gran explosión demográfica humana en los últimos tiempos, lo que supone una gran presión sobre los hábitats donde viven estas aves.

“Las Listas Rojas son una herramienta fundamental para dar prioridad a las políticas de conservación de las Administraciones, tanto para establecer medidas de recuperación de especies, como para declarar espacios protegidos”, puntualiza Asunción Ruiz.

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