El 70% de los glaciares del oeste de Canadá podrían desaparecer para 2100

Berg Lake, a los pies de un glaciar, en las Canadian Rockies. / Oliver George


El trabajo, liderado por investigadores canadienses, revela que la zona más afectada sería el interior del país, cuyo clima es más seco. Allí, las Montañas Rocosas canadienses podrían perder un 90% de sus glaciares. En las cumbres costeras de la provincia de British Columbia –más húmedas–, la desaparición de los glaciares podría ser del 50%.

“Nuestras montañas podrían parecerse pronto a las de Colorado o California en EE UU, donde no se ve mucho hielo”, advierte Garry Clarke, profesor emérito del departamento de la Tierra, el Océano y las Ciencias Atmosféricas de la Universidad de British Columbia (Canadá) y director del estudio publicado en Nature Geoscience.

Para llegar a estas conclusiones, el equipo de investigación canadiense se basó en los escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero usados por el V Informe del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) para predecir los cambios en el área y el volumen de los glaciares. Además, los científicos combinaron los datos disponibles con simulaciones de clima y modelos por ordenador con el mismo objetivo: pronosticar el destino de estas grandes masas de hielo.

Los resultados demuestran que el incremento de las temperaturas está amenazando a los glaciares del oeste de Canadá, aunque no todos se están derritiendo a la misma velocidad.

Pese a que el área cubierta por estas gruesas masas de hielo se mantiene constante, en la actualidad ya pierden cerca de un metro de agua por año. “La mayoría tienen un grosor de entre 100 y 200 metros, pero su volumen ya está disminuyendo aunque esto pase inadvertido para el ojo humano”, explica Clarke.

Fuerte impacto en los ecosistemas

El deshielo parcial o completo de los más de 17.000 glaciares presentes en las provincias de Alberta y British Columbia provocaría un mayor impacto en los ecosistemas de agua dulce, ya que proporcionan abundante agua fría a caudal de los ríos a finales de verano.

“Podríamos encontrarnos con algunas sorpresas desagradables, por ejemplo, respecto a la productividad del salmón”, avisa el investigador quien añade que sin glaciares los arroyos serán “mucho más cálidos”, y cambiarán en gran manera el hábitat de agua dulce.

Los glaciares también cumplen un importante papel en la obtención de energía en centrales hidroeléctricas y proporcionan un aporte extra de agua esencial para la agricultura y la minería. No obstante, los científicos aseguran que la falta de agua podría compensarse con el aumento de las precipitaciones provocado por el cambio climático.

Referencia bibliográfica:

Garry K. C. Clarke et al. “Projected deglaciation of western Canada in the twenty-first century”. Nature Geoscience. DOI: 10.1038/ngeo2407

(SINC)

Los comentarios están cerrados.