El arte debe recuperar la capacidad crítica que históricamente lo ha caracterizado, pues por mucho tiempo se ha hecho un arte complaciente que en ocasiones cae en la espectacularización buscando entrar al circuito comercial y al mercado, aseguró la bailarina y coreógrafa Adriana Castaños.
Entrevistada durante su participación en el tercer Encuentro de los Talleres Libres de Arte de la Universidad Veracruzana (UV), la bailarina y coreógrafa sostuvo que es necesaria una reflexión sobre cómo, por qué y para qué hacer arte.
         La coreógrafa fundadora de Producciones La Lágrima, compañía que tiene más de una década dedicada a la producción y difusión de propuestas coreográficas, además de hacer énfasis en la formación de públicos, sostuvo que es necesario establecer nuevos parámetros para comprender el arte que están creando los jóvenes.
“No podemos criticar lapidariamente las manifestaciones artísticas de las nuevas generaciones que tienen toda la información del mundo a la mano con las herramientas tecnológicas, lo cierto es que no cuentan con las herramientas necesarias para reflexionar esa información, para ponerla junta a trabajar, y debemos entender esta circunstancia en la que los jóvenes se están formando”, explicó.
Castaños aseguró que en estas condiciones, en las que los jóvenes tienen muchas posibilidades de desarrollar propuestas artísticas tanto en medios tradicionales como en espacios alternativos, como los provistos por las redes sociales, blogs y demás espacios virtuales, el maestro de arte se vuelve un agente de gran importancia para llegar a las reflexiones sobre el trabajo artístico.
“Nos toca entender esa guerra de guerrillas que se puede ver en las redes sociales y en otros sitios, esos ataques visuales y de transgresión que usan ahora los chavos; nuestro trabajo es acompañar estas nuevas expresiones y estructurarlas en los criterios educativos formales que significa la formación universitaria”, dijo.
La coreógrafa sostuvo que las nuevas generaciones de artistas pueden desarrollar un conocimiento significativo que permita elaborar sus propios procesos artísticos y encontrar manifestaciones adecuadas para su expresividad y creatividad por rutas diferentes a las que se emplearon previamente.
“Hay que reconocer las necesidades y los intereses de los jóvenes y su búsqueda de nuevos esquemas, porque los viejos modelos ya no funcionan, por eso es necesaria una reflexión profunda y conjunta no sólo de maestros y estudiantes de arte, sino de toda la sociedad en la que estos nuevos artistas se están formando para ver cuál es el papel que van a tener como actores sociales”, explicó.
Adriana Castaños nació en la Ciudad de México y es autora de más de 30 coreografías que ha presentado en México y en Estados Unidos, ha sido varias veces becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte.
Como bailarina ha participado en grupos como Antares, Paralelo 32 y Danza Libre Universitaria.

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