El arte separado de la sociedad vale una fregada. El artista tiene que estar consciente de la situación en la que está, de la historia de su país, deben leer periódicos para enterarse de lo cotidiano y de lo que está más allá de él y su quehacer, aseguró la legendaria bailarina, coreógrafa y promotora Gladiola Orozco, entrevistada durante su participación en el Encuentro Nacional de Estudiantes de Danza Contemporánea que organiza la Facultad de Danza de la Universidad Veracruzana (UV).
         “A veces los artistas nos creemos que somos intocables y que nos lo merecemos todo, pero no es cierto, nos merecemos lo que se merece un trabajador cualquiera. Cuando los artistas seamos conscientes de que nuestro papel es servir de estímulo a un desarrollo cultural y educativo del país, no nos sentiremos especiales. Si logramos ser un artista cuyo trabajo vale y trasciende, que lo digan otros, lo que nosotros tenemos que ser es obreros del arte y como tal tenemos que picar piedra”, aseguró.
         La bailarina y coreógrafa sostuvo que durante toda su carrera como docente ha tenido la idea de que la danza tiene que ser profesional, responsable, pulcra; “eso hemos tratado de inculcar en los estudiantes desde hace muchos años a pesar de los problemas de dinero que nos impiden dormir bien, porque tenemos la conciencia de que estamos haciendo un trabajo que no se había hecho y que debe hacerse; y además creemos que le servimos al público como reflexión de su propia vida”.
         Sobre seguir en contacto con los jóvenes estudiantes de Danza, Gladiola Orozco aseguró que la juventud “ha sido un aliciente en mi vida. Siempre he tratado de no despegarme del trabajo con los jóvenes, porque sé que son el presente y el futuro. Cuando se es joven en cuando más se pueden recibir las aportaciones de gente como yo, ya después ellos pensarán, reflexionarán y encontrarán su propio camino”.
         Sostuvo que no se considera maestra, “soy más bien una amiga porque intento entrar en el universo de cada uno de los jóvenes y eso me ha permitido tener un contacto muy cercano con mis alumnos. Me gusta aprender, compartir y enseñar. Creo que en cada lección que he dado, en todo lo que he podido aportar, el pago lo recibo con la actitud de los estudiantes, con su disposición, ganas de aprender y su cariño, nunca me ha preocupado el pago monetario. Todo lo que trato de enseñar va cargado de amor, de fe, de trabajo y de pasión”.
         Gladiola Orozco se formó como bailarina en la prestigiada escuela de Martha Graham, en Nueva York, inició su carrera profesional en 1950 cuando se integró al Ballet Nacional de México y años después fundó con otros colegas el Ballet Independiente de México.
         En su labor docente sobresalen conferencias en Cuba y China. En 1977 funda el Centro de Formación Profesional y Enseñanza Abierta de la Danza del Espacio Independiente y posteriormente el ballet Teatro del espacio.
         En 1997 fue premiada por la Unión de Cronistas de Teatro y Música por haber dedicado su vida a la danza. En 2000 se le nombró presidenta del Jurado del XXI Premio INBA-UAM, Concurso de Composición Coreográfica Contemporánea y en 2003 recibió el Premio Guillermina Bravo en reconocimiento a su trayectoria.

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