La mayor parte de las especies de ranas en el mundo, que son alrededor de 6,000 especies, ponen sus huevos en el agua, la minoría los coloca a los alrededores de cuerpos acuáticos para protegerlos de los depredadores de este medio, como los peces y renacuajos, sin embargo, esto los deja expuestos a secarse. En este sentido, Justin Touchon, del Instituto Smithsonian de Investigación Tropical, descubrió que el cambio climático en Panamá podría estar alterando el curso de la evolución de estos anfibios.

Gracias al análisis de los datos recolectados en la temporada de lluvias, por las autoridades del Canal de Panamá, Touchon descubrió que los patrones de la lluvia están cambiando como los modelos de cambio climático predijeron.

“A lo largo de las pasadas cuatro décadas, la lluvia se ha hecho más esporádica durante las estaciones de lluvia, es decir, que el número de días lluviosos ha decrecido, así como los espacios entre las tormentas”, dijo Touchon.

Una de las ranas que sufren debido a estos cambios es la Dendropsophus ebraccatus, ya que debido a la irregularidad de la lluvia sus huevos son susceptibles a secarse, por lo que los embriones mueren en un solo día debido a la falta de agua. En el caso de esta especie, las lluvias fuertes y abundantes son las que disparan la reproducción, así que mientras las tormentas disminuyan, ponen menos huevos y la supervivencia de los pocos huevos se ve amenazada.

Estos cambios de clima, no solo comprometen a este tipo de rana que pone huevos fuera del agua, sino a muchas otras especies que necesitan de la humedad para mantener a sus crías, es difícil para cada especie de anfibio cambiar de sitio de incubación, pero debido a este nuevo clima, será necesario que pronto, se adapten y coloquen sus huevos en el agua.

“Esta rana tal vez pueda cambiar el lugar donde poner sus huevos, de las hojas a dentro del agua; se ha visto, sin embargo, que otras especies parecen no poder hacer este cambio y se están perdiendo. La flexibilidad les dará más opciones y les permitirá adaptarse a un nuevo hábitat para mejorar sus oportunidades de sobrevivir”.

 

Referencias:

Touchon J.C. “A treefrog with reproductive mode plasticity reveals a changing balance of selection for non-aquatic egg-laying”. The American Naturalist.

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