Con anticuerpos extraídos de tiburón Heterodontus francisci en el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) se crearon dos productos con aplicación directa: uno, para el diagnóstico de la tuberculosis bovina y el otro para la atención del glaucoma, y de los cuales ya se está en la etapa de transferencia de tecnología para su comercialización por empresas farmacéuticas. Incluso el tratamiento contra el glaucoma se busca introducirlo en la Comunidad Europea, por la compañía que adquirió los derechos.

El doctor Alexei Licea Navarro responsable de la Unidad de Desarrollo Biomédico (UDB) del CICESE, refirió que estos son dos de los desarrollos en marcha en la Unidad, en la cual se realizarán proyectos de investigación aplicada en el área de la salud humana.

La UDB se implementó con una inversión de más de 57 millones de pesos, financiados directamente por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y recién fue inaugurada el 17 de septiembre de 2013.

La intención es que en 5 años se pueda adquirir en una farmacia algún medicamento creado en el CICESE, puntualizó Alexei Licea.

 

Tuberculosis bovina

 

La prueba, que se basa en anticuerpos extraídos de tiburón Heterodontus francisci, una especie que habita en las costas de Baja California, sirve para el diagnóstico de tuberculosis bovina, lo cual es muy importante desde el punto de vista económico y sanitario porque la Norma Oficial Mexicana establece que todas las vacas que den positivo para esta enfermedad se deben sacrificar.

El problema es que el diagnóstico que se utiliza actualmente no diferencia entre bacterias que pueden provocar tuberculosis y aquellas del mismo género que no.

La bacteria que afecta al humano se denomina Mycobacterium tuberculosis, y la única que provoca tuberculosis en vacas se llama Mycobacterium bovis. Pero existen varias especies más de estas bacterias, como M. avium o M. caprum, que no afectan ni a los humanos ni al ganado, pero que con las técnicas actuales de diagnóstico no se pueden diferenciar.

Licea Navarro, director de la División de Biología Experimental y Aplicada del CICESE, principal impulsor de la nueva estrategia explicó que “el diagnóstico desarrollado requiere solamente una gota de sangre del animal y el reactivo. Después de 20 a 40 minutos se muestra una reacción que puede ser reconocida a simple vista”.

El 14 de diciembre de 2012 se firmó en Ensenada, Baja California, el contrato de licencia de explotación de derechos de la prueba de diagnóstico de tuberculosis bovina entre el CICESE y la empresa Unima Bioseguridad Integral.

“Unima se está encargando de todos los trámites para obtener el registro ante la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y poder hacer la distribución de las pruebas de diagnóstico de tuberculosis bovina”, adelantó.

Lo anterior es importante porque la principal ventaja del nuevo método de diagnóstico desarrollado es que sólo detecta Mycobacterium bovis, y al ser capaz de diferenciar entre una vaca vacunada y una infectada, los dueños de ganado vacunarán a sus vacas sin temor, “así contribuimos a la erradicación de la enfermedad».

 

Glaucoma

 

El glaucoma es el responsable de la pérdida de la visión en el 8% de la población a nivel mundial, por lo que se considera una de las principales causas de ceguera, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Creamos un anticuerpo que neutraliza o bloquea una proteína que produce el propio organismo, que es la que forma nuevos vasos sanguíneos en la parte posterior del ojo cuando una persona tiene diabetes o glaucoma, provocando la reducción de la capacidad visual e incluso la pérdida de la vista” dijo Licea Navarro.

“Actualmente el tratamiento es con una inyección directa en el ojo que neutraliza o bloquea la propia proteína de las personas, pero es una inyección en el ojo, que debe ser bastante dolorosa. Nuestro anticuerpo de tiburón es menos invasivo y se puede aplicar en gotas”.

A decir del investigador, esta tecnología ya se transfirió al Grupo Silanes, “ellos ven con muy buenos ojos este proyecto, le tienen fe, pero evidentemente esto no es un asunto de fe, es una cuestión de mercado (…) le apuestan tanto que ya generaron una empresa en España para poder introducir estas moléculas del anticuerpo en la comunidad europea”.

Dijo que la transferencia de tecnología está hecha, se trabaja para introducirla en toda la comunidad europea, una vez que esté registrada entrará automáticamente en México y entonces será mucho más fácil entrar al mercado de Estados Unidos por medio de la Administración Federal de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés).

“Como académicos terminamos nuestra parte, aislamos la molécula, demostramos que funciona en un modelo animal, se hizo la transferencia de tecnología y a partir de ahí es un proceso que realiza la industria, y ahí nosotros ya no estamos involucrados, entonces claro, tendrán que buscarle un nombre que sea llamativo y toda la mercadotecnia”.

A la fecha, el equipo del doctor Licea Navarro ha realizado una transferencia de tecnología con Laboratorios Silanes, una solicitud de patente con Unima y contrato de licencia de explotación, un licenciamiento de bibliotecas de anticuerpos de tiburón con la empresa Genway de Estados Unidos y la fundación de Teraclón, una subsidiaria de Silanes derivada de la relación entre la farmacéutica mexicana y el CICESE.

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