La perturbación del hábitat podría estar afectando a poblaciones del mono aullador pardo (Alouatta palliata mexicana) quienes en un caso extremo podrían estar desarrollando mutaciones que los hacen más vulnerables a enfermedades y eventos climáticos, reveló un estudio del Instituto de Ecología.

El doctor Juan Carlos Serio Silva es quien encabeza el proyecto, cuyo objetivo fue conocer la estructura y diversidad genética de estas poblaciones de monos y ver de qué manera la fragmentación del hábitat les estaría perjudicando a nivel genético.

El mono aullador pardo es una de las tres especies de primates que se distribuyen en selvas del sureste del país, y es sin duda el que presenta una mayor reducción y aislamiento de sus poblaciones, lo cual es más drástico en el Estado de Veracruz.

Dicho fenómeno ha llevado a estos monos al punto de la extinción. Aunado a ello, han sido muy pocos los estudios genéticos realizados en México con esta especie.

Para llevar a cabo el proyecto los investigadores recolectaron pelo de los cuerpos de monos aulladores en cuatro regiones del sur de la entidad, mediante una técnica no invasiva con dardos pegajosos.

Cada una de estas regiones se dividieron en dos zonas: perturbadas y las que no tenían ningún impacto humano. En total se recolectaron 300 muestras de pelo que fueron analizadas por la maestra en ciencias Laura Elisa Arguello Sánchez en el laboratorio del doctor Luis Manuel García Feria y el doctor Alejandro Espinosa de los Monteros en el INECOL para extraer el ADN.

Uno de los principales hallazgos fue que la fragmentación de la selva ha inducido en los primates a desarrollar diferentes patrones de comportamiento como inclusive reproducirse entre las mismas familias.

Los autores sugieren que de volverse esta situación más extrema esto podría traer como consecuencia mutaciones que los hagan menos resistentes a enfermedades y eventos climáticos.

Otro resultado trascendental es que aparentemente los monos aulladores del estado de Veracruz provienen de dos linajes maternos diferentes, lo cual se cree que sucedió por distintos eventos de colonización en la región de Veracruz.
El investigador destacó que una forma de ayudar a conservar estos primates sería dejar de perturbar su hábitat ya que podrían relacionarse con otras familias evitando así los efectos negativos de reproducirse entre parientes, además que tendrían mejor calidad a nivel ecológico, conductual y de salud que los hiciera vivir de mejor manera.

Finalmente, añadió que es importante la realización de un monitoreo más profundo sobre la variabilidad genética de las siguientes generaciones de estos monos aulladores en Veracruz, conociendo así la evolución del proceso de fragmentación y su huella biológica

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