Reloj calculante de Schickard

Reloj calculante de Schickard


Sandra Isabel Jiménez Mateos

Wilhelm Schickard es el primer constructor de una máquina para hacer cálculos matemáticos, conforme a una carta escrita que escribió a su amigo Johannes Kepler el 20 de septiembre de 1623, en el que describe su ingenio al que denomina «reloj calculante»; la carta incluía varios bocetos del invento.

Schickard conoció a Kepler por sus intereses comunes en cuanto a las matemáticas y por lo mismo establecieron una constante correspondencia, ya que Kepler se encontraba trabajando con unas tablas logarítmicas que tenían como objetivo facilitar la multiplicación, cosa que inspiró a Schickard para realizar una máquina que simplificara los cálculos.

Ese mismo 1623, y mucho antes que Pascal y Leibniz, inventó una máquina calculadora llamada “Rechenuhr”. Esta constaba de 6 ruedas dentadas y fue el primer calculador mecánico para sumar, restar, multiplicar y dividir, aunque no se descubrió hasta 300 años después.

El “reloj calculante” de Schickard es capaz de realizar operaciones  de hasta 6 dígitos y contaba con una campana que se activaba cuando se producían errores de desbordamiento

El 20 de septiembre de  1623 le escribió a Kepler contándole detalles de la máquina que había inventado. Este es un fragmento de la carta:

 «… Te haré en otra ocasión un diseño más cuidadoso de la máquina aritmética; en resumidas cuentas, mira lo siguiente: aaa son los botones de los cilindros verticales que llevan las cifras de la tabla de multiplicación, que aparecen a la voluntad en las ventanas de las correderas bbb. Los discos ddd son solidarios con ruedas dentadas interiores, de diez dientes, engranadas entre sí de manera que, si la rueda de la derecha da diez vueltas su vecina de la izquierda sólo da una; y que si la primera de la derecha da cien vueltas la tercera de la izquierda da una, y así sucesivamente. Todas ellas giran en el mismo sentido por lo que es necesaria una rueda de reenvío del mismo tamaño engranando permanentemente con su vecina de la izquierda, aunque no con la de la derecha, lo que requiere un cuidado especial en la fabricación. Las cifras marcadas en cada una de las ruedas se leen en las aberturas ccc de la plancha central. Finalmente, sobre el zócalo se encuentran los botones eee que sirven para inscribir en las aberturas fff las cifras que se hayan de anotar en el curso de las operaciones. Sería muy prolijo completar esta rápida descripción que se comprendería mejor con la práctica. Te había hecho fabricar un ejemplar de esta máquina por J. Pfister, que vive aquí; pero ha sido destruido hace tres días junto con algunas de mis pertenencias… en un incendio nocturno…»

En 1960 el “reloj calculante” fue reconstruido por el barón  Bruno Von Freytag- Löringhoff, siguiendo el dibujo  y las descripciones en las cartas de Schickard.

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