El tratamiento antirretroviral precoz beneficia a todos los afectados por VIH

Un paciente de sida tomando su medicación en Birmania. / EFE [MSF Internal publications and Fundraising]


Las personas infectadas por VIH tienen un riesgo menor de desarrollar sida u otras enfermedades graves si empiezan el tratamiento antirretroviral lo antes posible, cuando sus niveles de células T CD4 –una medida clave de la salud del sistema inmunológico– son más altos, en lugar de esperar a que estos disminuyan.

Esa es la conclusión principal del estudio START (Strategic Timing of AntiRetroviral Treatment), un ensayo clínico aleatorizado cuyos resultados finales han sido presentados durante la reunión de la Sociedad Internacional del Sida (IAS), que se celebra estos días en Vancouver (Canadá).

Dichos datos, sumados a los de trabajos anteriores que muestran que el tratamiento antirretroviral reduce el riesgo de transmisión del VIH a sus parejas sexuales no infectadas, apoyan las recomendaciones de ofrecer el tratamiento a todas las personas con el virus, independientemente de su estado inmunológico.

Las cifras proporcionan evidencia científica de que la terapia precoz es beneficiosa para las personas con VIH. En definitiva, START secunda las guías actuales de tratamiento que recomiendan que todos los individuos infectados por el VIH asintomáticos deben tomar antirretrovirales, aparte del recuento de células CD4 +.

Para Piedad Arazo, presidenta de la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (SEISIDA), “este hallazgo tiene implicaciones para el tratamiento a escala mundial y potencia la necesidad de realizar un mayor esfuerzo para un diagnóstico precoz de la infección en aquellas personas que están infectadas y lo desconocen, no solo por el beneficio individual sino comunitario”.

El estudio START se puso en marcha en marzo de 2011 por el grupo INSIGHT (International Network for Strategic Initiatives in Global HIV Trials) en 215 centros hospitalarios de 35 países, y analiza diferentes acontecimientos entre los que se incluyen la aparición de eventos graves asociados a sida (como ciertos tipos de cáncer), enfermedades graves no relacionadas con sida (enfermedad cardiovascular, renal, hepática y cáncer) y muerte.

El ensayo incluyó a 4.685 participantes (27% mujeres y aproximadamente la mitad hombres gais y otros hombres que practican sexo con hombres), con una mediana de edad de 36 años y que nunca habían recibido tratamiento antirretroviral. El recuento de células de CD4 de todos los participantes tenía que ser superior a las 500 células/mm3.

Un acuerdo global

“La reunión de este año será recordada como el momento definitivo, en el que todo el mundo se ha puesto de acuerdo sobre que el inicio más temprano del tratamiento es la mejor manera de preservar la salud de las personas que viven con VIH y una de las mejores herramientas que tenemos para frenar su transmisión», explicó Julio Montaner, presidente de la reunión y director del Centro de Excelencia de la Columbia Británica para el VIH & sida.

Para Montaner, experto en terapias antirretrovirales, «los nuevos datos presentados se traducirán en directrices de tratamiento del VIH en todo el mundo que posiblemente salven millones de vidas”.

Aunque el estudio finalizará en diciembre de 2016, una revisión interna de los datos del trabajo realizada por el Comité de Seguimiento de Datos y Seguridad (DSMB, en sus siglas en inglés) –un panel independiente de expertos que analiza periódicamente los resultados– recomendó hacer públicos los resultados preliminares de la investigación de forma inmediata.

(SINC)

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