Científicos del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) han concluido que el parásito Plasmodium vivax, causante de la malaria en Asia, también ha determinado mutaciones en el genoma humano que pueden proteger de la enfermedad a parte de la población autóctona de zonas endémicas.
El equipo de investigadores, liderado por Ivo Mueller, del ISGlobal, ha examinado la relación entre un desorden hereditario de la sangre muy común en zonas del Asia-Pacífico -Ovalocytosis Asiático Suroriental (SAO)- y el principal parásito responsable de la malaria en esa zona, en un estudio que publica la revista «PLoS Medicine».
«Vimos que los niños que tenían SAO tenían una protección significativa contra la infección por vivax, con una reducción de casos de malaria del 46% en bebés de entre tres y 21 meses de edad, mientras que en niños mayores la reducción del riesgo de infección alcanza el 55%», explica Mueller en un comunicado de prensa.
Este estudio puede tener importantes implicaciones para el futuro diseño y desarrollo de una vacuna contra la malaria causada por vivax: «Si estudiamos los mecanismos que hacen que el desorden genético SAO proteja contra la malaria por vivax podremos entender mejor los mecanismos de infección e identificar de forma más precisa la diana de la vacuna», agrega Mueller.
El hallazgo desafía la hasta ahora aceptada teoría de que el parásito más letal causante de la malaria, el Plasmodium falciparum, extendido en África y contra el que ya se está desarrollando una vacuna, es el único parásito capaz de conducir la evolución del genoma en los humanos.

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