En México, uno de cada cinco nacimientos en 2013, de madres adolescentes.


Es necesario que la academia reflexione sobre el tema de embarazo en adolescentes, en 2013, 437 mil menores tuvieron un bebé, cifra que representa uno de cada cinco nacimientos y que involucra a 11 mil niñas de 10 a 14 años de edad que se convirtieron en madres tan solo en ese año, señaló el doctor Salvador Vega y León, rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

En su mensaje de inauguración del Primer Foro Universitario de conductas de riesgo y embarazo en adolescentes, realizado en la Rectoría General de la UAM, el doctor Vega y León dijo que ante esta problemática desde la presidencia de la República se ha puesto en marcha la estrategia nacional para la prevención del embarazo en adolescentes, con la cual se plantea reducir en 50 por ciento la tasa de fecundidad entre las adolescentes de 15 a 19 años para el año 2030.

Dicha estrategia planea entre sus ejes rectores el trabajo conjunto entre los sectores público, privado y social; proporcionar a los jóvenes información, educación y servicios de salud de calidad que les permitan tomar decisiones responsables; concientizar a los varones y no solo a las mujeres, en que deben ser una parte esencial del ejercicio de la sexualidad responsable.

En la Casa abierta al tiempo, subrayó el Rector General, “consideramos este tema como un problema prioritario dentro del programa Universidad Saludable de la Rectoría General”, por lo que se generó este primer foro con la finalidad de “crear propuestas de abordaje interdisciplinarias que permitan incrementar la efectividad de las estrategias actuales en materia de prevención”.

El doctor Rafael Camacho Solís, director del Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones en la Ciudad de México, dijo que muy pocas cosas pueden truncar más profundamente un proyecto de vida y las esperanzas de las madres y los padres, que el embarazo de adolescentes, el desarrollo de una adicción a sustancias o un accidente frecuentemente vinculado con el consumo de sustancias que le provoque la muerte o le deje en una situación de discapacidad.

Subrayó que esta vinculación entre conductas de riesgo, las necesidades de emociones y sensaciones en los adolescentes y la falta de desarrollo completo de la corteza prefrontal cerebral (involucrada con la expresión de la personalidad y la toma de decisiones) en esta etapa de la vida, “es algo que tenemos que analizar más profundamente para buscar alternativas de solución e impedir así que estas situaciones dejen en la desesperanzada a la juventud y maten también las esperanzas de los padres”.

La licenciada Carmen Fernández Cáceres, directora de Centros de Integración Juvenil (CIJ), expuso que el problema principal vinculado a las adicciones entre los jóvenes mexicanos es el alcohol, seguido por el de consumo de tabaco y de marihuana, de la cual se ha extendió la idea de que “no hace daño”, pero que se agrava porque lo combinan con bebidas alcohólicas.

Tras señalar que percibe una juventud “bastante confundida en el tema de la recreación y las drogas”, refirió que los datos estadísticos de las diferentes encuestas nacionales y de los propios centros de integración juvenil registran un aumento en el consumo asociado a la recreación, que acarrea una serie de consecuencias y es factor de riesgo importante en el embarazo adolescente.

Hay dos temas relevantes en la forma como los jóvenes asumen su recreación en términos de que “hay que probar lo que sea, y hay que atreverse a tener sexo múltiple”, de acuerdo con distintas investigaciones, pero el resultado es que afecta con estigma doble a la mujer; además de embarazo adolescente que les afecta en su vida futura, “a veces no saben quién es el papá o tienen que abandonar la secundaria o la preparatoria y tienen que dejar al hijo con los padres”.

A lo anterior se añade el hecho de que casi la mitad de los productos se pierde por los riesgos de salud asociados al embarazo en estas edades.

Lo que antes era jugar a la botella y asignar castigos, hoy se ha convertido en la ruleta sexual, donde el castigo es tener sexo con quien sea. Por ello es necesario hablar de la sexualidad adolescente y de la sexualidad asociada a la adicción, así como hacer trabajo donde se muestre a los jóvenes que pueden ejercer su sexualidad sin necesidad de consumir drogas.

En el acto inaugural de este foro estuvieron también la maestra Monserrat Lovaco Sánchez, directora de Coordinación  de Estrategias de la Comisión Nacional contra las Adicciones; el licenciado Fernando Santibáñez Gutiérrez, director de Salud, Equidad y Servicio a Jóvenes del Instituto Mexicano de la Juventud, así como el maestro Víctor Manuel Sosa Godínez, coordinador general de Vinculación y Desarrollo Institucional de la UAM, y el doctor Leoncio Lara Sáenz, asesor jurídico de la UAM.

(UAM)

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