Es mexicano uno de los libros de óptica más consultados en el mundo por científicos


Uno de los libros de óptica más consultados del mundo es mexicano. Se trata de un volumen que surgió después de resolver numerosos problemas científicos y tecnológicos que acompañaron la construcción del telescopio de 2.1 metros de diámetro en Tonanzintla, Puebla, en 1978. Hoy ese volumen, llamado Optical Shop Testing, de Daniel Malacara Hernández, cuenta con una tercera edición actualizada, ha sido traducido al chino, japonés, ruso y es una referencia vigente en las clases de universidades de Asia, Europa y Estados Unidos.

Malacara Hernández, quien estudió en la UNAM y en la Universidad de Rochester, es un experto en diseñar y probar espejos sin las formas ni los tamaños convencionales. Su especialidad es hacer pruebas y cálculos para espejos “asféricos”, que tienen una forma diferente a una esfera perfecta y que son usados en astronomía, pero también en la industria.

Una de las partes más importantes de un telescopio es su espejo, el cual no debe presentar deformaciones porque un desnivel de fracciones de milímetros puede provocar un error muy grande cuando se observa hacia la bóveda celeste y se realizan cálculos. Para evitar ese problema hay que hacer pruebas ópticas, que es uno de los campos que se explican en el libro de Daniel Malacara.

“Estas pruebas ópticas consisten en medir la superficie de un sistema óptico, por ejemplo de un espejo, pero con una gran precisión; dicha superficie no debe tener deformaciones superiores a un décimo de la longitud de onda de la luz, tomando en cuenta que ésta apenas media micra, o sea medio milésimo de milímetro, se puede percibir la dificultad de evitar que un espejo tenga deformaciones mayores a un décimo de longitud de onda.”, cuenta el científico fundador del Centro de Investigación en Óptica (CIO), de Conacyt en León, Guanajuato y miembro del Seminario Permanente Las ciencias y las tecnologías en México en el siglo XXI.

En 1978 México terminó de construir su primer telescopio que tuviera un diámetro de 2 metros y diez centímetros, bajo la dirección del prestigiado astrónomo Guillermo Haro. Era casi tres veces más grande que su antecesor y estrenó un espejo de altísima precisión hecho por científicos mexicanos. En el mundo no había otro igual. Estados Unidos había iniciado la construcción de un telescopio de 5 metros de diámetro, pero ambos proyectos avanzaron en paralelo.

“En aquel entonces no había ningún libro, yo cómo hubiera deseado en esta época tener un texto de apoyo cuando estábamos con los problemas del telescopio, una guía que me dijera: has esto o has lo otro para hacer las pruebas; pero no había esto y ni siquiera en las revistas científicas. Mucho lo teníamos que desarrollar nosotros y publicar. Pensé que sería útil para algunas gentes compendiar todo esto y hacer un libro”, detalla el doctor Malacara

Narra que enviaron el proyecto del libro a la editorial científica Wiley y la contestación fue en menos de 15 días, con la frase “Queremos el libro, pero pronto, porque no hay otro libro con ese tema y creemos que puede tener buen éxito”. La primera versión de este libro la hicieron en el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE).

“Justamente acababa de salir el libro cuando terminamos el telescopio; le había entregado dos días antes al doctor Guillermo Haro todos los resultados, las llaves del laboratorio donde estaba el espejo; ya se puede montar”, indica el científico.

En el libro Optical Shop Testing se reúnen centenares de desarrollos que se usan a nivel académicos y de industria. A lo largo de 36 años el texto se ha puesto al día con subtemas como el uso de láser para hacer pruebas, uso de electrónica y computación que ahora permiten hacer en segundos cálculos que antes tardaban ocho horas.

El libro ha crecido casi un 60 por ciento. La primera edición tenía un grueso como de una pulgada, ahora ya tiene cerca de las dos pulgadas de grueso y se vendió, también tuvo éxito.

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