Con el propósito de ayudar a las personas que padecen diabetes e hipertensión en México, el doctor Alfredo Saavedra Molina, especialista de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, revisa los efectos benéficos de plantas de uso tradicional como el muicle y la hierba de sapo.
 
Ambas plantas, explicó el miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, se conocen desde épocas antiguas por sus usos medicinales, pero existen muy pocos estudios científicos que avalen su uso.
 
En el laboratorio de bioquímica  del Instituto de Investigaciones Químico-Biológicas, el equipo de Saavedra Molina estudia las propiedades específicas de la hierba del sapo (Eryngium carlinae) y el muicle (Justicia spicigera) con fines terapéuticos.
 
“Los resultados son alentadores, tanto para hierba del sapo contra el control de lípidos, pero no como hipoglucemiante en ratas diabéticas, y de muicle para ayudar a ratas con hipertensión inducida”, dijo el investigador.
 
De acuerdo con la Biblioteca de la Medicina Tradicional Mexicana, la hierba del sapo es preparada en infusión en regiones como Durango, Oaxaca, Michoacán y la ciudad de México para combatir problemas biliares, pulmonares, dolor de estómago, diarreas y fiebres.
 
En tanto, que el muicle ha sido empleado por los mixes, zapotecos y totonacos para combatir problemas de la sangre, así como para desintoxicar a las personas.
 
Es por ello que el equipo encabezado por Saavedra Molina investiga las propiedades químicas de las plantas para examinar su posible utilización para combatir tanto la diabetes como la hipertensión al reducir el estrés oxidativo.
 
Las especies reactivas de oxígeno (ERO) y las especies reactivas derivadas del nitrógeno (ERN) se relacionan con la diabetes “debido al aumento de la glucosa en sangre (hiperglucemia) y como consecuencia, el aumento en el metabolismo de carbohidratos, sobre todo en aquellos órganos no dependientes de insulina, hormona que facilita la entrada de glucosa hacia las células del cerebro y riñones principalmente”, precisó el científico.
 
“Otros órganos son dependientes de insulina, por lo tanto, requieren de la hormona para metabolizar la glucosa dentro de las células. Algunos de los daños producidos son nefropatías, neuropatías y cardiopatías, entre otras”, indicó.
 
Tanto las especies reactivas de oxígeno, como de especies reactivas derivadas del nitrógeno (ERN), son sustancias que dañan órganos y tejidos en pacientes con diabetes.
 
Respecto a la hipertensión, el investigador recordó que se trata de otra enfermedad crónico-degenerativa y multifactorial cuyo desarrollo ha sido relacionado también con el incremento en los niveles de ERO y ERN.
 
Desde el año 2000, Alfredo Saavedra Molina trabaja con en la Universidad Michoacana, estudiando la participación de las mitocondrias (organelos de las células que las proveen de energía, entre otras funciones) aisladas de ciertos órganos blanco de estas enfermedades crónico-degenerativas y, hasta el momento, el principal hallazgo de su laboratorio es que las mitocondrias tienen una fuerte influencia en la producción exacerbada de ERO y ERN, entre otros factores.
 
Ante este problema, el empleo de plantas tradicionales para minimizar el estrés oxidativo puede ser una solución al problema de la diabetes que se encuentra entre las primeras causas de muerte en México. Este padecimiento, según datos de la Fundación Mexicana para la Diabetes A.C, afectaba en 2012 a 6.4 millones de personas en nuestro país.
 
Por otra parte, la Encuesta Nacional de Salud reportó que tres de cada diez mexicanos tienen problemas de hipertensión, un problema que se agrava debido a que el 47% de las personas enfermas desconocen que tienen el problema.
 
Por el momento, el especialista continuará realizando experimentos en modelos animales con ratas diabéticas o hipertensas que le permitirán comprobar o descartar los efectos de la hierba de sapo o el muicle en la salud humana.

Los comentarios están cerrados.