La historia de la ciudad de Guadalajara a través de imágenes, tanto de paisajes urbanos y rurales, como retratos de personajes célebres o testimoniales de algún hecho de relevancia, es el eje de la exposición Para no olvidar. La Fotografía de antaño (1870-1930), que se exhibe en la VitrINAH, espacio destinado a las exposiciones temporales del Museo Regional de la capital jalisciense.

La historiadora Gloria Guillermina Sánchez Hernández, promotora y curadora de la  muestra, organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), señaló que las 33 imágenes que componen la exposición sensibilizan la memoria y comunican diversas ideas, más allá de las que representan; “la espontaneidad de algunas fotografías, por ejemplo, pueden servirnos hasta para quitarnos la venda con respecto a algún hecho histórico, siempre y cuando el espectador dirija su mirada con gran atención”.

En este sentido, la especialista del INAH indicó que cada fotografía, más allá de un recuerdo o la imagen de un personaje o un sitio determinado, resulta “la evidencia espontánea de un hecho”; se debe analizar el contexto, la situación social del momento, las circunstancias y el espacio donde fue captada, entre otras premisas. Al paso del tiempo, ésta termina por convertirse en un verdadero documento histórico.

Para no olvidar. La Fotografía de antaño (1870-1930) está integrada por 33 gráficas, la mayor parte captadas en Jalisco; sólo cinco son foráneas. La colección pertenece al Museo Regional de Guadalajara, y forma parte de un vasto acervo gráfico en proceso de catalogación, que a pesar de su antigüedad no habían sido reunidas ni exhibidas en forma pública.

 

Invento asombroso

 

En la exposición se explica desde la invención de la fotografía, en 1839, hasta las primeras noticias, cámaras y daguerrotipos (antecedentes de la foto que conocemos) que llegaron a nuestro país aproximadamente en 1840, cuando algunos exponentes europeos —franceses e ingleses— arribaron a tierras mexicanas atraídos por las empresas navales y ferroviarias que requirieron de esta tecnología como documento testimonial.

Guillermina Sánchez explicó brevemente que este descubrimiento se debe a Louis Jaques Mande Daguerre, pintor y decorador teatral francés, quien utilizó una pequeña caja de madera dispuesta con una placa de metal emulsionada para la fijación de imágenes exteriores, proyectadas por la luz

“Daguerre patentó esta técnica ante el gobierno francés, originando así las primeras imágenes fotográficas obtenidas y que se conocieron como daguerrotipos”. Nuestra exhibición, incluso, cuenta con dos cámaras antiguas que muestran el antes y el después de este asombroso invento”, detalló.

Al paso de los años, abundó la curadora de la exposición, en la Ciudad de México y en otras capitales de importancia comenzaron a surgir los establecimientos de fotografía para satisfacer las solicitudes de las altas clases sociales de poseer un retrato logrado “con la máquina de hacer imágenes”.

En 1888, en la ciudad de Guadalajara existían siete establecimientos de fotografía. Octaviano de la Mora y C.H. Barriere se destacaron en la creación de imágenes de retrato, realizado a partir de valores de belleza artística. Salones alfombrados, fondos con paisajes pintados a mano, mobiliario y vestimenta apropiados, componían el escenario del estudio.

En la actualidad, las personas recurren a la fotografía en cualquier momento y en cualquier situación; la vida cotidiana se ha impregnado de imágenes, muchas de las cuales nos han servido para evocar vivencias.

Para Sánchez Hernández, la muestra inaugurada este 2 de mayo en el Museo Regional de Guadalajara, “ofrece valiosos materiales que rememoran a la fotografía como prodigioso invento de la ciencia tecnológica”, a través de tomas de paisajes urbanos y rurales, así como retratos de personajes célebres o testimoniales de algún hecho de relevancia de la capital jalisciense.

Algunas de las piezas que integran esta exhibición son relativas a la inauguración de la universidad local y del museo regional; la fábrica de tequila de San Miguel, la estación del tren y la calle de Palacio, entre otras; la mayor parte de éstas son de autores anónimos, pero todas tienen un denominador común: representan importantes documentos para conocer, desde ópticas diferentes como el tiempo y el espacio, la historia de Guadalajara.

Para no olvidar. La Fotografía de antaño (1870-1930) permanecerá abierta al público hasta el 30 de junio en El Museo Regional de Guadalajara, que ocupa un edificio del siglo XVIII, notable ejemplo de arquitectura barroca, con nichos decorados con relieves en forma de vegetales; se encuentra ubicado en el número 60 de la calle de Liceo, en la zona centro. Horario: martes a sábado, de 9:00 a 17:00 horas, y los domingos, de 9:00 a 16:30 horas. Costo: 46 pesos, acceso gratuito a menores de 13 años, estudiantes y maestros con credencial vigente; adultos mayores de 60 años, jubilados y pensionados. Domingos entrada libre a público nacional y a extranjeros residentes en México.

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