Aunque los científicos no se atreven a predecir cuándo se podrá lograr que un lesionado medular pueda caminar, un experimento dirigido por el catedrático suizo Grègoire Courtine permite vislumbrar que la fecha está más cerca al lograr el movimiento voluntario en roedores.
El experimento ha sido dado a conocer en la I Conferencia Internacional en Neurorrehabilitación que se ha celebrado esta semana en Toledo, organizada por el Hospital Nacional de Parapléjicos y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
En una entrevista concedida a Efe, este catedrático del Instituto Federal Politécnico de Suiza considera que lo conseguido con las ratas es «increíble» y permite dar un mensaje esperanzador a este tipo de enfermos, aunque el experimento en humanos comenzará el año que viene y presenta sus dificultades.
Lo que se ha hecho con las ratas, ha explicado Courtine, es activar las neuronas de la médula espinal dañada para que éstas envíen al cerebro la información precisa para caminar y ello mediante estimulación eléctrica y un coctel de fármacos.
Pero, la toxicidad de los fármacos utilizados en las ratas, junto a la complejidad del sistema nervioso humano y la variedad de tipos de lesión medular no permiten aventurar, por ahora, cuando se podrá lograr curar a las personas, ha dicho Courtine.
«Lo que estamos viendo con las ratas es increíble y me da un montón de energía para seguir adelante», pero, en el ser humano es diferente y la aplicación del experimento en personas presenta aún muchos problemas, entre ellos el uso de una tecnología más adecuada.
Además, este tipo de trabajos científicos requieren de una conjunción de expertos de varias materias y, como ejemplo de ello, Courtine explica que en su laboratorio trabajan no sólo profesionales del ámbito clínico, sino también ingenieros en robótica o físicos y «sólo juntos podemos imaginar una solución que esperemos llegue mientras yo viva».
Así, espera que el próximo año se empiece a aplicar a los pacientes la estimulación eléctrica y dentro de uno o dos años también la farmacológica.
Este profesor, que comenzó su experimento en Los Ángeles, cree que la investigación en Estados Unidos es más fácil que en Europa, aunque de la Unión Europea recibe apoyo y está financiando un proyecto de nueve millones de euros para desarrollar la estimulación con electrodos.
Pero, el trabajo de Courtine no es el único que se ha visto en Toledo, ya que en esta primera Conferencia Internacional seis de los más destacados especialistas en la materia han presentado conferencias magistrales, entre ellos el alemán Volker Dietz, pionero en la aplicación de sistemas robóticos en la reurorrehabilitación.
Uno de los organizadores del evento y responsable del departamento de Biomecánica y Ayudas Técnicas del Hospital Nacional de Parapléjicos (HNP), Ángel Gil, ha destacado a Efe la importancia de que por primera vez hayan coincidido profesionales de distintas áreas que enfocan sus esfuerzos al mismo fin: avanzar en la curación de las lesiones medulares.
En la I Conferencia Internacional en Neurorrehabilitación también se han expuesto avances tan prometedores como los exoesqueletos, que son dispositivos que se colocan en las piernas y que tienen un sistema robotizado que reproduce el movimientos de las articulaciones.
Se trata del proyecto denominado HYPER, en el que además del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, también participan otros ocho centros de investigación nacionales.
En la I Conferencia Internacional en Neurorrehabilitación, que se clausuró este viernes, han participado 300 personas procedentes de Estados Unidos, Australia, Corea, Tailandia, India y distintos países de Europa.

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