La gran red social Facebook retirará en Europa su aplicación de reconocimiento facial (Tag suggest) como parte de un acuerdo que tuvo con la Comisión de Protección de Datos de Irlanda (DPC), país donde la empresa de Mark Zuckerberg tiene sus oficinas centrales en el viejo continente.

La DPC a principios de año recomendó a Facebook que desactive las opciones de reconocimiento facial automático lo que fue aceptado por los representantes de la red social, junto con otras recomendaciones en cinco áreas clave: mejorar la transparencia a los usuarios sobre cómo se usan sus datos, control de los usuarios sobre la configuración, más claridad en los periodos de retención de información para datos borrados, mejoras en el acceso de los usuarios a sus propios datos personales, y la posibilidad de que Facebook pueda revisar mejor si está cumpliendo con los requisitos de protección de datos.

Facebook ya desactivó la referida aplicación para los usuarios europeos nuevos, y será eliminada para los que ya estaban registrados a partir del 15 de octubre, refirió la DPC.

Ante esta situación la empresa afirmó que “esta auditoría es parte de un proceso constante de supervisión, y estamos satisfechos de que, como ha dicho la Comisión de Protección de Datos, los últimos anuncios son una confirmación de que no sólo cumplimos con la ley de protección de datos europea, sino que hemos ido más allá de algunas de las recomendaciones iniciales y estamos completamente comprometidos con las mejores prácticas en el cumplimiento de la protección de datos”.

Sin embargo Facebook no abandona su intención: “vale la pena reiterar que una vez que hayamos alcanzado un acuerdo con la DPC sobre la mejor manera de notificar y educar a los usuarios, esperamos reinstalar esta útil herramienta”.

La intención de la red social es «trabajar» con la autoridad irlandesa para encontrar «la manera apropiada de obtener el consentimiento de los usuarios para este tipo de tecnología según las reglas europeas».

Facebook pagó por la aplicación de reconocimiento facial 100 millones de dólares a la empresa Face.com, que fue quien la desarrolló.

El reclamo contra Facebook inició en Austria en 2011 y después se repitió en varios países por parte de usuarios que consideran esta aplicación como una clara vulneración de la privacidad, porque permite identificar a las personas sin su consentimiento, lo que también ha sido relacionado con actividades de bandas criminales.

Por mientras, la aplicación continuará funcionando fuera de Europa.

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