Felix Baumgartner en su salto

Felix Baumgartner en su salto


Viendo a la Tierra a 39,045 metros de distancia, segundos antes de lanzarse al vacío a Felix Baumgartner el pensamiento que le cruzó por la mente fue el de volver al planeta a salvo.

El deportista austriaco de alto riesgo se lanzó el 14 de octubre de 2012 desde esa altura y se convirtió en el primer ser humano en romper la velocidad del sonido en caída libre.

Ese día también se quedó con el record del salto de altura más lejano de la Tierra y el ascenso en globo al punto más alejado de la superficie terrestre.

Baumgartner se preparó durante 5 años para realizar la hazaña y para lograrla el 14 de octubre de 2012, Baumgartner despegó desde Roswell (Nuevo México) a las 9:31 hora local a bordo de una cápsula espacial impulsada por un globo aerostático lleno de helio, hasta llegar a los 39,045 metros,. Dos horas y cuarto después había alcanzado la altura necesaria (inicialmente prevista en 36,600) para realizar el salto desde la estratosfera que le catapultaría a la fama.

En el descenso alcanzó una velocidad máxima de 1,342,8 kilómetros por hora, rompiendo la velocidad del sonido (calculada en 1,225 km/hr a una temperatura de 15º Celsius), siendo el primer ser humano en lograrlo sin equipo mecánico alguno.

Para lograr esta velocidad tuvo un descenso en caída libre durante 4 minutos y 20 segundos, para aterrizar a salvo en el desierto de Nuevo México, Estados Unidos. El aventurero austriaco experimentó 25,2 segundos de absoluta ingravidez durante la fase inicial de su caída antes de comenzar a dar vueltas en la que alcanzó un máximo de 60 revoluciones por minuto y que puso al intrépido saltador en una posición de «giro plano» durante unos 13 segundos.

Su salto fue visto por millones de personas de todo el mundo al transmitirse tanto por algunos canales de televisión deportivos, como por colocarse una liga en internet que permitió verlo en el momento.

Baumgartner para este salto utilizó un traje presurizado, para protegerse de las temperaturas de hasta 70 grados bajo cero que se registran en la estratósfera, la capa de la atmósfera terrestre que se extiende entre los 10 y los 50 km de altitud aproximadamente, en la que se sitúa la capa de ozono.

Felix Baumgartner nació el 20 de abril de 1969 en Salzburgo, Austria y desde muy joven mostró tendencia por los deportes extremos, sobre todo el paracaidismo, en el que comenzó a los 16 años: “mi filosofía de vida es que siempre quiero ver lo que hay más allá del borde; lo que me espera”, apunta en una pagina dedicada a sus actividades.

Antes, en 2007, Baumgartner saltó desde la Torre Taipei 101 (508 metros) hasta hace poco el edificio más alto del mundo, y cruzó el Canal de la Mancha con traje de alas en 2003 y batió el récord mundial de salto base desde la altura más baja en 1999 desde la estatua de Cristo Redentor de Río de Janeiro, de tan solo 30 metros.

Antes de hacer deporte extremo profesional, Baugmater era instructor de paracaidismo del Ejército austríaco; después del decidió que dejaría esta actividad para pilotar helicópteros de rescate.

De su lanzamiento también publicó el libro «Mi vida en caída libre» y se dedicó a dar conferencias y entrevistas por todo el mundo.

Después de la hazaña su vida cambió y realizó declaraciones políticas polémicas en las que se decía partidario de «una dictadura moderada» en Austria, su agresión a un camionero por la que fue sentenciado y su traslado a Suiza por dinero le granjearon numerosas críticas al año de su hazaña. Tampoco le fue bien en su vida privada. Su novia Nicole Öttl le dejó, acusándolo de mujeriego y egoísta:.

En 2014 debutó en la carrera de autos de resistencia de las 24 Horas de Nürburgring al volante de un Audi R8, con el que quedó en el noveno puesto.

El record de Baumgartner del salto desde mayor altura fue roto el 25 de octubre de 2014 por Alan Eustace, de 57 años, vicepresidente de Google, quien se dejó caer desde 41,150 metros; aunque atravesó la barrera del sonido, sin embargo no pudo romper el record del austriaco en velocidad, al quedar en 1.322 kilómetros por hora.

Antes del salto de Baumgartner, El 16 de agosto de 1960, Joe Kittinger realizó un salto desde el Excelsior III a 31.333 metros, y durante una caída libre de algo más de cuatro minutos alcanzó una velocidad máxima de 988 km/h antes de abrir su paracaídas a 5,500 metros de altitud. Kittinger consiguió y mantuvo los récords de mayor ascenso en globo, salto en paracaídas de mayor altitud, caída libre más larga y mayor velocidad de un hombre en la atmósfera hasta el 14 de octubre de 2012 cuando sus marcas –excepto la de caída más larga– fueron superadas por el paracaidista austríaco.

Los comentarios están cerrados.