Este viernes 27 de junio el violinista Francisco Ladrón de Guevara Finck, seguramente el más destacado de la joven generación en Xalapa, regresa a la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX) para interpretar dos obras que se consideran como pilares en el repertorio de todo ejecutante que se precie dignamente de serlo: el Concierto de Alban Berg y los Aires gitanos del español Pablo de Sarasate.

El programa se complementa con la célebre Sinfonía número 40, de Wolfgang Amadeus Mozart, todo bajo la dirección de Lanfranco Marcelletti, actual titular del organismo sinfónico. El escenario será la sala de conciertos del Complejo Cultural Tlaqná, ubicado en el Campus para la Cultura, las Artes y el Deporte, en punto de las 20:30 horas.

Nacido en Xalapa e hijo de Raúl Ladrón de Guevara, Francisco se distinguió desde joven como un eficiente intérprete, al participar en 1996 al frente de la Camerata Juvenil de la Secretaría de Educación y Cultura (hoy Sinfónica Juvenil del Estado de Veracruz), ejecutando como solista el Concierto de Mendelssohn bajo la dirección de Efraín Guigui.

Después de prepararse bajo la guía de profesores regionales, entre ellos el desaparecido Erasmo Capilla, partió a Nueva York para matricularse en la Juilliard School of Music, donde se perfeccionó con Hyo Kang, Lewis Kaplan y Dorothy DeLay. También tomó cursos y clases magistrales con artistas de la talla de Midori, Pamela Franck, Samuel Rhodes, Fred Sherry, Earl Carlyss, Charles Neidich y Don Wielerstein. Ha tomado parte en los festivales musicales de Aspen y Tanglewood.

Tras obtener el primer lugar en el Concurso Internacional Kocian, de la República Checa, se hizo acreedor de numerosas becas de estudio patrocinadas por la Sociedad Internacional de Valores de Arte Mexicano, Kivecas Memorial y Elsie and Walter W. Naumburg, entre otras.

Como solista se ha presentado con orquestas importantes y ha tomado como su especialidad la música mexicana, particularmente el Concierto de Manuel M. Ponce, que ha difundido en muchas partes del mundo.

 

La historia de un concierto dodecafónico

Subtitulado A la memoria de un ángel, el Concierto de Alban Berg (1885-1935) es la más importante obra para violín solista escrita en lenguaje dodecafónico y en su composición convergen dos historias aparentemente distanciadas entre sí, pero hoy indisolublemente ligadas por esta partitura.

El violinista norteamericano Louis Krasner realizó el encargo de este concierto a Berg en 1935, luego de haber comisionado una partitura semejante a Anton Webern, encargo que éste nunca cumplió. Al aceptar escribirlo mediante una generosa paga, algo que no acostumbraba pero que aceptó por atravesar por una difícil situación, sucedió un hecho que conmocionó a Berg: la muerte de Manón Gropius, hija del arquitecto alemán Walter Gropius y de Alma Schindler (viuda de Gustav Mahler).

Berg se sentía muy ligado a la familia Gropius-Schindler, de modo que interrumpió la escritura de su ópera Lulú pero continuó su trabajo en el Concierto, que dedicó a la memoria de la joven Manón. De allí la denominación Dem Andenken eines Engels.

En agosto de 1935 el compositor concluyó la obra y el propio Krasner se encargó de estrenarla en abril del año siguiente, en una jornada del Festival de la Sociedad Internacional de Música Contemporánea, con la orquesta bajo la dirección de Hermann Scherchen (maestro ligado históricamente a la OSX en la década de 1950). Pero Berg no acudió al estreno, ya que murió el 24 de diciembre anterior.

Erasmo Capilla, uno de los guías artísticos de Francisco Ladrón de Guevara, había hecho de esta obra una de sus especialidades y la hizo escuchar repetida y consistentemente en Europa y México como solista de importantes orquestas, de modo que encontramos aquí otro enlace significativo.

El ensayo general será la mañana del mismo viernes 27, con acceso gratuito al público. La noche del evento, el costo de los boletos será de 120, 80 y 50 pesos.

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