«La esperanza es una negación de la realidad. Es la zanahoria que se agita ante el caballo de tiro para que siga avanzando, luchando en vano por alcanzarla.»

El Retorno de los Dragones (M. Weis T. Hickman)

 

La libertad, según la definición de la Real Academia de la Lengua Española, es la facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar; de ser responsable de sus actos. “Es el estado o condición de quien no es esclavo”.

Para el escritor y filósofo Noam Chomsky para alcanzar una sociedad libre es necesario que las personas tengan garantizado el acceso al conocimiento, y que sepan, además, manejar de forma crítica la información que reciben. Sin embargo, las oligarquías (formas de gobierno en la que el poder supremo está en manos de unas pocas personas), como en México, buscan coptar estos derechos conferidos en la Carta Magna a través de estrategias de manipulación mediática. Lo que impide que la sociedad pueda obrar sin sujeción y, aún con la presumible evolución social, esté en condición de esclavo.

Para lograr esta “maquiavélica” finalidad requiere del apoyo de los medios masivos de comunicación.

El elemento primordial del control social, dice Chomsky, es la estrategia de la distracción, la cual consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del “diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes”. La distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética[1].

Al mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real sin tiempo para pensar, “es mandarlo de vuelta a la granja como los otros animales”, afirma el libro Armas silenciosas para guerras tranquilas, un documento “confidencial” encontrado fechado en 1986 que, por seguridad, no registra autor[2].

Avram Noam Chomsky, también lingüista y activista estadunidense, dice que el siguiente método para esclavizar a la sociedad a través de la manipulación mediática es crear problemas y después ofrecer soluciones.

“Se crea un problema, una ‘situación’ prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos”[3], refiere el filósofo.

Existe también, entre las “trampas” de las oligarquías, la estrategia de la gradualidad, la cual, aplican durante medianos y largos periodos de tiempo sin que la sociedad pueda notarlo: “Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicados de una sola vez”[4].

Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura; a esto, Chomsky lo denomina “la estrategia de diferir”[5].

“Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejor mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento”, critica.

Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión también es una estrategia de manipulación: “Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

Lo siguiente es Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud.

El libro Armas silenciosas para guerras tranquilas revela que “la calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que se planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases inferiores”.

A esto se agrega estimular al público a ser complaciente con la mediocridad; es decir, “hacerle creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto”.

El filósofo Noam Chomsky encuentra como otra estrategia de manipulación “reforzar la autoculpabilidad”, lo cual consiste en hacer creer al individuo que él es el culpable de su propia desgracia, por causa de lo insuficiente de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. “Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, ¡no hay revolución!”[6].

Estas tácticas de control y opresión han sido implementadas durante décadas por los gobiernos, con el fin, también, de mantener el poder. Por intereses económicos y políticos, los grandes empresas de medios de comunicación masiva han secundado la esclavitud moderna de los países.



[1] Chomsky Noan, 10 estrategias de manipulación mediática https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=gaLr9Nsse_c

[2] Armas silenciosas para guerras tranquilas: En el documento, por seguridad, no figura la firma de la organización de donde proviene. Fue encontrado el 7 de Julio de 1986 en una fotocopiadora IBM comprada en una subasta de material militar. Recortes de informaciones y fechas dejan suponer que se trata del Grupo de Bildergerg, un «club de reflexión» que reúne personas extremadamente poderosas de los mundos de las finanzas, de la economía, de la política, de las fuerzas armadas y de los servicios secretos.

[3] Chomsky Noan, 10 estrategias de manipulación mediática https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=gaLr9Nsse_c

[4] Ibídem

[5] Ibídem

[6] Ibídem

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