A la izquierda, la falange en la mano del homínido. A la derecha, por orden, una vista dorsal, lateral, frontal y cercana del hueso / Jason Heaton/M. Domínguez-Rodrigo

A la izquierda, la falange en la mano del homínido. A la derecha, por orden, una vista dorsal, lateral, frontal y cercana del hueso / Jason Heaton/M. Domínguez-Rodrigo


Un equipo multidisciplinar formado por científicos estadounidenses y españoles ha estudiado una falange de homínido encontrada en la Garganta de Olduvai (Tanzania). Se trata, según concluyen a partir de su análisis morfológico y funcional, del hueso más antiguo perteneciente a una mano moderna.

“Esta falange tiene un aspecto muy actual y desde un punto de vista estadístico, no se puede diferenciar de un elemento homólogo de cualquier persona viva hoy en día”, destaca a Sinc Sergio Almécija, paleontólogo de la Universidad George Washington (EE UU).

En el estudio publicado en Nature Communications los investigadores datan el fósil en el Pleistoceno inicial, hace cerca de 1,9 millones de años, cuando comenzó la diversificación de los primeros representantes del género Homo.

“Debido a que la mano de los primates refleja adaptaciones tanto para la manipulación como para la locomoción, un hueso de este período es muy relevante para entender la transición al modo de vida humano”, explica el científico.

Según señalan los expertos, la falange encontrada probablemente formaba parte del meñique de la mano izquierda. Pertenecía a un tipo de homínido –todavía no identificado, pero similar al Homo erectus– que convivió con otras especies como el Paranthropus bosei y el Homo habilis.

Normalmente, las manos de estos grupos –al igual que las de los miembros más primitivos del lenguaje humano– tienen un importante grado de curvatura parecido al de gorilas y chimpancés, signo indicativo de su dependencia de la vida arbórea.

Sin embargo, resalta Almécija, “el grado de curvatura de la falange hallada es muy inferior, por lo que la especie a la cual perteneció había efectuado la transición desde el medio arbóreo a un modo de vida puramente terrestre”.

“Seguramente, usaba las manos para realizar las mismas tareas que actualmente realizan grupos humanos que viven en ecosistemas parecidos”, añade.

Falta de restos

Aunque debido a la falta de otros huesos del mismo homínido resulta complicado saber cómo era el resto de la mano, los científicos creen que probablemente las demás falanges fueran similares a la encontrada.

“Teniendo en cuenta que las falanges eran más del 50% de la mano (14 huesos de 27), más de la mitad de la mano era completamente moderna, hace ya casi 2 millones de años”, agrega Almécija.

Pero para conocer más sobre esta especie, “debemos ser pacientes y esperar a encontrar manos más completas, así como otras partes del esqueleto”, concluye.

Referencia bibliográfica:

Domíngez-Rodrigo, M. et al. «Earliest modern human-like hand bone from a new 41.84-million-year-old site at Olduvai in Tanzania». Nature Communications Agosto 2015. Doi: 10.1038/ncomms8987

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