Como una fila de hormigas, miembros de la prensa, funcionarios  y público en general se encaminaban hacia la USBI. El tráfico estaba un poco más espeso que de costumbre. Un grupo de hombres de traje reía, se daba la mano y platicaba alrededor del rector de la Universidad Veracruzana, Raúl Arias Lovillo. Era el día en que presentó su informe de labores 2011-2012.

Frente al estrado la audiencia se acomodaba. Buscaba un sitio para escuchar las labores de este año. El murmullo de voces llenaba el lugar como una nube. Al fondo, entre los recovecos de la USBI se escuchan cansinamente las cuerdas de la Orquesta de Cámara de la UV, afinan y pasan casi desapercibidas.

Casi próxima a iniciar la sesión solemne, el gobernador Javier Duarte apareció y saludó de mano a cada uno de los académicos y funcionarios que estaban en él el podio. Tomó su lugar en medio del escenario.

La sesión inició tradicionalmente, con la bienvenida y debidos agradecimientos. El público estaba atento, tranquilo, algunos aún se acomodaban en sus lugares y mostraban sus gafetes a las edecanes.

El maestro de ceremonias anunció la presentación de la Orquesta de Cámara de Xalapa. Entre el silencio de la audiencia, las cuerdas tomaron la palabra de la sesión.

Al terminar la canción, el público aplaudió, listo para escuchar el informe. Entre el aplauso de la audiencia, el rector fue tomando su lugar en el podio y al terminar, el secretario académico, Porfirio Carrillo Castilla, lo presentó e instó a los presentes a escuchar el informe.

El rector inició diciendo: “Buenas tardes, hace calor, pero calor humano”, luego agradeció a los presentes, académicos y especialmente a sus hijos y amigos. El discurso inició y sus palabras fueron pronunciadas con un cariño palpable hacia la Universidad Veracruzana, orgullo por los logros de la institución gracias a su personal docente, administrativo y sobre todo, estudiantil.

“Veracruz es un espacio abierto al mundo”, dijo, y que ve representado en su casa de estudios un gran interés por contribuir a la riqueza histórica y al compromiso social del estado con el conocimiento científico  y tecnológico”. Ante la mirada atenta de los presentes y de la prensa, las palabras del rector fueron dibujando una institución orgullosa de estar presente en la lucha de la sociedad por abrirse paso hacia el  futuro, a través de la vocación de la enseñanza.

Entre los flashes de las cámaras, la sombra del rector tomó varias formas. Tomó un  poco de agua y prosiguió diciendo que la UV se nutre del pasado, que la UV es hija legítima de esta tierra y que su misión es honrar sus raíces a través del apego a la legalidad, el humanismo y la sinceridad.

Asimismo, el rector dedicó unos momentos a agradecer a las personas que apoyaron la misión de la UV, como los doctores honoris causa, la junta de gobierno, ex rectores, docentes, estudiantes, al presidente del Conacyt y personalidades como el recién fallecido Roberto Bravo Garzón, además de al Premio Cervantes Sergio Pitol, a quien le profesó palabras de afecto muy personal.

Ante la mención de estos nombres, aquellos distraídos, como  una mujer que se abanicaba con un folder y el joven que jugueteaba con sus zapatos, metiendo un pie en uno, sacándolo, para luego meterlo en el otro, aplaudieron emocionados junto con la concurrencia.

El rector continuó con su discurso y no se censuró al mencionar que los mexicanos hemos vivido una situación difícil, misma que demanda de la comunidad académica nuevas alternativas para mejorar la educación superior, ya que todavía existen muchas dificultades que impiden que contribuya a disminuir la pobreza y a aumentar la competitividad de los profesionistas, en gran parte por la falta de recursos para la educación y para la investigación.

Asimismo, dijo que hoy es necesario escuchar a los jóvenes que han alzado la voz en los asuntos públicos, porque hoy México necesita de todas las voces y de todas las manos también. Continuó diciendo que el objetivo de la educación es que los docentes y los estudiantes construyan en las aulas y laboratorios su propio destino a través del conocimiento.

Entre las declaraciones del rector, los únicos en la sala que se desplazaban de un lugar a otro eran los reporteros, buscando el ángulo adecuado para sacar sus fotos, grabando a los espectadores que al ver la cámara se erguían o parecían poner atención, sorprendidos en un pensamiento fuera de ese recinto o tal vez imaginando una sociedad mejor.

Ya entrando en materia, el rector habló sobre los avances de la universidad desde el 2005, del crecimiento de 33 por ciento de la matrícula, del aumento de docentes, posgrados en todas las áreas, de los nuevos 10 centros de investigación y 2 institutos, así como del reconocimiento internacional que ha ganado la Editorial de la UV, entre muchas otras cosas que la UV ofrece a la comunidad estudiantil.

También mencionó que esperan terminar la Sala de Conciertos, y que pronto, la UV estará nuevamente involucrada con el Hay Festival, entre otros eventos culturales.

La gente escuchó con las manos cruzadas. Algunos tomaban apuntes, fotos y aplaudían ante la mención de los logros de la UV. “Construyamos juntos nuestro futuro”, dijo el rector. “Gracias al trabajo conjunto es que la UV ha llegado hasta aquí, con el desarrollo de la UV, todos ganamos. Viva la Universidad Veracruzana”.

Al terminar el discurso, se preparó el atril para recibir al gobernador Javier Duarte de Ochoa, el cual agradeció a los presentes y anunció que acababa de preguntar cuánto necesitaban para terminar la Sala de Conciertos: 80 millones, le dijeron. “Bueno, señor rector, mañana tienen 80 millones”. Luego siguió un poco con el protocolo y felicitó a la institución y a sus integrantes.

Para finalizar el evento, la Orquesta de Cámara de Xalapa volvió a ofrecer un momento de relajación y música a los asistentes, la melodía nuevamente apaciguó todos los ánimos y de esa forma se dio por concluido el evento.

Como broche de oro, los asistentes pudieron degustar una excelente selección de canapés. Los académicos, maestros, consejeros e investigadores se pasearon por las mesas y socializaron amablemente; algunos platicaban de sus proyectos académicos y otros sólo disfrutaban los refrigerios.

Ya entrada la noche y ante la falta de más alimento y bebida, poco a poco los asistentes se fueron dispersando. Una fila de autobuses esperaba afuera para llevar a aquellos docentes, investigadores y representantes académicos que habían sido invitados desde Córdoba, Orizaba, Veracruz, Poza Rica y otras regiones, para asistir al informe del rector. En la oscuridad se veían los faros de los automóviles alejándose de la USBI. Algunos andaban a pie, otros perseguían a su autobús, unos esperaban conseguir infructuosamente un taxi, algunos tuvieron que pedir un aventón.

La noche llegó a su fin.

El III Informe había sido presentado.

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