Jackie Cochran

Jackie Cochran


Jackie Cochran rompió la barrera del sonido piloteando el jet Royal Canadian Air F-86, con una velocidad promedio de 652,337 millas por hora, el 18 de mayo de 1953, cuando ya era famosa como aviadora y piloto de carreras, y rica por estar casada con el multimillonario Floyd Bostwick Odlum. Fue también la primera mujer que voló un jet a través del océano, entre muchos otros récords.

Se convirtió así en la primera mujer en lograr tal hazaña.

Nacida con el nombre de Bessie Lee Pittman, el 11 de mayo de 1906, en Floridad, Estados Unidos, fue la quinta hija en el seno de una familia humilde, hija de Mary Grant y de Ira Pittman, un hombre que mudaba a su familia de pueblo en pueblo, porque se dedicaba a la reparación y modificación de molinos.

Bessie Pittman contrajo matrimonio con Robert Cochran, un joven mecánico de aviación de la base naval cercana a Pensacola, en Blakeley, Georgia, teniendo apenas 14 años. Del matrimonio nació Robert Cochran Jr. cuatro meses más tarde de la boda y la pareja y el bebé se mudaron a Miami.

Ese fue su primer marido, quien le despertó gran curiosidad por la aeronáutica, lo que le marcaría el resto de su vida. Pese a compartir varias aficiones, la pareja no terminó de congeniar, por lo que a los pocos años del matrimonio, la pareja se separó. Jackie se fue a vivir de vuelta a casa de sus padres, llevándose con ella al único hijo que tuvo con su marido.

Pero la tragedia le llegó antes de los 20 años, cuando un día Robert Cochran Junior, con apenas cinco años de edad, jugaba en el jardín trasero de la casa de los padres de Jackie, y accidentalmente sus ropas se prendieron, causándole heridas de las que no se recuperaría, muriendo a los pocos días.

Jackie se sobrepuso al dolor y buscó trabajo como peluquera en Pensacola, Florida, actividad en la que tuvo un gran desempeño, lo que la llevó a  Nueva York en Saks Fifth Avenue, un prestigioso salón de belleza y cosmética. En esa época, se cambió el nombre de Mrs Bessie Cochran a Miss Jackie Cochran.

Poco después de conseguir el empleo en Saks, Cochran conoció a Floyd Bostwick Odlum, fundador de Atlas Corp. y CEO de RKO Pictures en Hollywood. Catorce años mayor que ella, se decía que era uno de los diez hombres más ricos del mundo; Odlum se enamoró de Cochran y le ofreció ayudarla para establecer un negocio de cosméticos.

Después de que un amigo le ofreció un paseo en una aeronave, Cochran comenzó a tomar lecciones de vuelo en el Campo de Vuelo Roosevelt, en Long Island, a principios de la década de 1930. Aprendió a volar un avión en solo tres semanas. Esta gran habilidad le permitió que con tan sólo dos años de prácticas por si misma, y pese al hecho de ser mujer, consiguiera la licencia para pilotar aviones comerciales antes de los 30 años.

Desde aquel momento, las proezas de Jackie Cochran en la historia de la aviación no hicieron más que sucederse. En 1934 participó en su primera carrera aérea importante, la MacRobertson, y fue la primera y única mujer en competir y ganar la carrera Bendix, donde estableció un nuevo récord de velocidad transcontinental.

Odlum, con quien se casó en 1936 después del divorcio de él, era un financiero astuto y mercader habilidoso y reconocía el valor de la publicidad para su negocio. Llamó Wings (Alas) a la empresa de cosméticos y convenció a su esposa de que volara su propia aeronave por todo el país para promocionar sus productos. Años más tarde, Odlum usó sus contactos en Hollywood para conseguir que Marilyn Monroe auspiciara su línea de lápiz labial.

En 1937, fue la única mujer que compitió en la Bendix Race. Trabajó en conjunto con Amelia Earhart para lograr que permitieran mujeres en la carrera.

Antes de 1940, Jackie fue capaz de ser la primera mujer en ganar la Bendix Race, y consiguió batir en tres ocasiones el record de velocidad y en una ocasión más el record de altitud. Sus envidiables habilidades la garantizaron ser una valiosa piloto de pruebas de nuevos modelos de aviones.

Entre sus otros récords en la aviación están ser la primera mujer en despegar y aterrizar en un portaaviones, en llegar a Mach 2; la primera mujer en volar un jet de ala fija a través del Atlántico y en hacer un aterrizaje a ciegas; en volar a más de 20.000 pies de altura con una máscara de oxígeno; y la primera mujer en aparecer en el Salón de la Fama de la Aviación

En la década de 1960, Cochran auspició el programa Mercury 13, uno de los primeros intentos para poner a prueba la habilidad de las mujeres para ser astronautas. Trece mujeres piloto pasaron las pruebas preliminares junto con los astronautas hombres del programa Mercury antes de la cancelación del programa.

Al morir ostentaba el mayor número de récords de distancia y velocidad que cualquier piloto, vivo o muerto, hombre o mujer, hubiese acumulado

Bendecida por la fama y la fortuna, Cochran dedicó grandes cantidades de tiempo y dinero a realizar obras caritativas, especialmente con las personas que provenían de hogares empobrecidos, como ella misma.

Murió el 9 de agosto de 1980, a los 74 años.

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