Perro lame la nariz de niña, Xinhua/Sunil Sharma (archivo)

Perro lame la nariz de niña, Xinhua/Sunil Sharma (archivo)


¿Dónde se domesticaron por primera vez los perros? Es una pregunta difícil de contestar con seguridad. Los estudios científicos publicados durante los últimos años no han hecho más que demostrar que, con las evidencias halladas, las hipótesis resultantes son contradictorias.

"Tal vez la razón por la que aún no ha habido un consenso es porque todo el mundo ha tenido algo de razón”, dice Larson

Gracias al análisis genético de más de 5.000 perros, un equipo liderado por la Universidad de Cornell (EE UU) situaba recientemente en Asia central (en las actuales Nepal y Mongolia) el origen de la domesticación de los perros hace 15.000 años. En la revista Cell Research, otro equipo señalaba el origen en China.

Pero no son las únicas teorías. Un trabajo anterior, con participación española, apuntaba a Europa como lugar de comienzo de la domesticación hace 19.000 años. Ahora, una investigación publicada en Science indica que todos estos estudios podrían estar en lo cierto.

“Los análisis genéticos y arqueológicos demuestran que es necesario reconsiderar el número de veces que los perros fueron domesticados de manera independiente. Tal vez la razón por la que aún no ha habido un consenso acerca de dónde fueron domesticados los perros por primera vez es porque todo el mundo ha tenido algo de razón”, confiesa Greger Larson, autor principal del trabajo y director de la red de investigación Palaeo-BARN de la Universidad de Oxford (Reino Unido).

Dos poblaciones de lobo separadas

Junto a expertos de una decena de centros internacionales, Larson comparó datos genéticos de fósiles para confirmar que los perros no se domesticaron una vez como se pensaba hasta ahora, sino dos veces. Según los científicos, el mejor amigo del hombre pudo aparecer de manera independiente a partir de dos poblaciones separadas de lobo, que ahora estarían extintas y que posiblemente habitaron en lados opuestos de Eurasia (este y oeste). Los humanos los domesticaron antes de la aparición de la agricultura.

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Representación del origen geográfico y antigüedad de los restos de perros arqueológicamente más antiguos en Eurasia. / Frantz et al.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores reconstruyeron la historia evolutiva de los perros secuenciando el genoma de un can de tamaño medio de 4.800 años de antigüedad, cuyos restos contienen el ADN antiguo mejor conservado y que se hallaron en el pasaje funerario de Newgrange en Irlanda.

El equipo también obtuvo ADN mitocondrial de 59 perros antiguos que vivieron hace entre 14.000 y 3.000 años, y lo comparó con la firma genética de más de 2.500 perros modernos estudiados con anterioridad.

Fueron domesticados en ambos lados del Viejo Mundo. Luego la población del este se dispersó hacia el oeste y reemplazó a los que vivían en Europa

“Así obtuvimos la evidencia genética y arqueológica de que los perros fueron domesticados en realidad dos veces”, señala Larson. Al comparar todos sus resultados, los investigadores observaron una gran separación genética entre los perros de Eurasia oriental y occidental, pero parece que esta tuvo lugar después de las primeras evidencias arqueológicas de perros en Europa.

Los perros asiáticos reemplazaron a los europeos

La explicación es la siguiente: “Los perros fueron domesticados en ambos lados del Viejo Mundo. Luego la población del este se dispersó junto a los humanos hacia el oeste hace entre 14.000 y 6.400 años, y de alguna manera reemplazó a los perros que ya vivían en Europa”, explica el experto.

“Los primeros perros habrían aparecido en Europa hace más de 15.000 años y, de manera independiente, en Asia oriental, hace más de 12.500 años. Los perros originarios de Asia habrían migrado a continuación a Europa hace entre 7.000 y 6.000 años”, añaden los científicos franceses del CNRS que han participado en el trabajo.

Una vez que los perros del este migraron a Europa, se mezclaron y prácticamente reemplazaron a los primeros perros europeos. Según el estudio, la mayoría de los canes actuales son fruto de estos movimientos y de la mezcla entre perros del este y el oeste. Esta es sin duda una de las razones por la que los estudios genéticos anteriores han sido tan difíciles de interpretar.

En la actualidad, el proyecto internacional –que combina material genético antiguo y moderno con estudios morfológicos y arqueológicos detallados– está analizando miles de perros y lobos antiguos para comprobar esta perspectiva y establecer así las fechas y localizaciones del origen de nuestra primera mascota.

Referencia bibliográfica:

L.A.F. Frantz et al. «Genomic and archaeological evidence suggests a dual origin of domestic dogs” Science 2 de junio de 2016

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