Clausura Conferencia de Líderes de la Red Talloires 2017

Clausura Conferencia de Líderes de la Red Talloires 2017


«Las universidades del mundo deben promover la educación como un derecho humano universal ante un panorama de desigualdad, inequidad y depredación ambiental», asienta la llamada Declaración de Veracruz, firmada por representantes de 76 universidades de 31 países firmaron, al final de la Conferencia de Líderes de la Red Talloires 2017 (TNCL, por sus siglas en inglés), celebrada en la Universidad Veracruzana (UV).

Abigail Gómez, estudiante de la UV, y Mapendo Mindje, estudiante de la Universidad de Ruanda, dieron lectura en castellano e inglés, respectivamente, a la Declaración Veracruz en la sesión en que se clausuraron los trabajos de TNCL 2017.

La Declaración Veracruz establece como puntos nodales los siguientes, según la lectura de la joven estudiante de la UV:

“Nos reunimos en un momento en el que tanto nuestra sociedad en general como las universidades ─como instituciones sociales─ están enfrentando desafíos como la ignominia racial, la pobreza material y espiritual, el analfabetismo que limita el desarrollo cultural, la ruptura de estructuras sociales y acciones depredadoras que propician la ruptura del equilibrio natural.

”Las universidades tenemos el compromiso de promover la educación como un derecho humano universal que contribuya a resolver los desafíos mencionados.

”Las universidades tenemos la responsabilidad de promover comunidades justas y prósperas, con oportunidades para el desarrollo y la distribución equitativa de la riqueza a partir del trabajo colaborativo con organizaciones comunitarias, agencias gubernamentales, empresas privadas y organizaciones no gubernamentales.

”Las universidades tenemos la responsabilidad de promover el acceso al conocimiento y la tecnología para crear sociedades prósperas; que entre las funciones de las instituciones de educación superior está la de contribuir al fortalecimiento de la cultura, de la solidaridad social y de la colaboración hacia el bien común.

”Entendemos que lo anterior se relaciona con tres derechos particulares y sus responsabilidades sociales”, prosiguió la estudiante.

“La primera: El derecho a la educación. La responsabilidad de ser socialmente inclusivos y promover la educación para todos. La segunda: El derecho a oportunidades de liderazgo y movilidad económica; la responsabilidad de crear comunidades y sociedades prósperas.

”Tercero: El derecho a un sustento; la responsabilidad de preparar a las personas para la vida laboral con un espíritu empresarial que contribuya al desarrollo económico.

”Creemos que las instituciones tienen un rol único de crear redes globales para enfrentar los problemas locales y regionales, reconocemos que existe una diversidad cultural entre los diferentes países pero también enfrentamos problemas similares, por lo tanto reconocemos que para impulsar e idear nuevas condiciones para el desarrollo humano integral es necesario el intercambio de conocimiento”.

Al finalizar la lectura, la rectora de la UV, Sara Ladrón de Guevara, destacó el diálogo, la reflexión y los objetivos compartidos por los participantes: “Creo que esta conferencia ha sido una fiesta y es una celebración de la diversidad, con muchos rostros…”.

Ha sido la unidad en la diversidad lo que celebró la conferencia, añadió al solicitar a todos los presentes reproducir y difundir por todos los medios a su alcance la Declaración Veracruz, “así la conferencia continuará, aunque haya finalizado formalmente el día de hoy”.

Previo a la clausura, se efectuó una plenaria de conclusiones  donde participaron Rajesh Tandon, de Investigación Participativa en Asia; Carol Ma, de la  Universidad de Ciencias Sociales de Singapur (SIM), Singapur; Andrew Seligsohn, de Campus Compact,EstadosUnidos; Lorraine McIlrath,de Europe Engage; y Nico Koopman, del  Foro de Participación de la Comunidad de Educación Superior de Sudáfrica (SAHECEF).

La moderación corrió a cargo de Amy Newcomb Rowe, Gerente del Programa YEPI de la Red Talloires.

Rajesh Tandon  destacó que la declaración tiene un propósito histórico muy importante, y que piensa  compartirla en India y la parte Sur de Asia para mostrarla a los jóvenes, mencionó que  sus metas son limitadas por el momento, ya que solo se llevaran a cabo a través de la acción.

“Las universidades deben tomar acción y hacer que ésta permee en sus diferentes niveles; el  compromiso para esto es fundamental, y deben situarlo en la totalidad de su ser, no sólo para sus estudiantes,  sino dentro de su aprendizaje, enseñanza, investigación y servicio”, enfatizó.

Carol Ma afirmó estar completamente de acuerdo con esta declaración y opinó que puede ser implementada, pero que para ello se debe pensar bien en la metodología a seguir. Resaltó que la principal fortaleza de ésta es que tiene la premisa de que diferentes individuos pueden realizar acciones juntos.

“Actualmente muchos jóvenes no saben qué camino seguir en sus vidas, y las instituciones de educación superior, a través de sus programas educativos, pueden orientarlos en ese aspecto”, manifestó.

Andrew Seligsohn  expresó que el que esta declaración hable de la problemática sobre el acceso a la educación, refleja que atiende una preocupación real a la que las personas alrededor del mundo deben enfrentarse por diferentes razones y en diversas circunstancias.

Agregó que las universidades deben conectar sus trabajos con las comunidades más allá del campus, y que deben comprometer a las personas que habitan en ellas a dialogar acerca de aquello que les preocupa, para a partir de ello mostrar como las instituciones educativas pueden sumar esfuerzos con ellos para operar cambios positivos.

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