La financiarización explica las recurrentes crisis económicas mundiales

Dinero


La financiarización es una categoría relativamente nueva y poco usada, pero puede explicar la crisis mundial de la actualidad, así como las recurrentes crisis en países emergentes como los de América Latina, apuntó Mauricio Gómez Villegas, director de la Escuela de Administración y Contaduría Pública de la Universidad Nacional de Colombia, durante una conferencia impartida en la Universidad Veracruzana, en México.

La financiarización se caracteriza por varios elementos interconectados. El primero de ellos es la expansión de los mercados de capitales ya que “hoy las entidades públicas, en muchos sectores no alcanzan a generar los ingresos necesarios para su sostenimiento, como es normal en el sector público, porque no pueden generar los ingresos para que operen, es decir, que existe una gran cantidad de bienes y servicios que no son autosostenibles”, agregó.

El especialista pidió al público que tuvieran presente que el término financiarización es emergente y que su uso ha crecido porque permite explicar las recurrentes crisis que están ocurriendo en el mundo, “la que hay en Europa y las que hemos vivido en Latinoamérica por años”.

En todo el mundo el tejido empresarial está compuesto por micro, pequeña y mediana empresa, sin embargo se desenvuelven en diferentes contextos.

El último informe del Banco Mundial sobre la estabilidad de las finanzas globales, ya señala que las crisis recurrentes se deben a un proceso de financiarización de la economía, dijo.

Por tal razón, el sector público entra en una ausencia de recursos, en un déficit que es asimilado por los mercados de capitales de manera directa a través de la emisión de títulos de deuda o por medio de intermediarios bancarios y financieros.

Los sistemas de fondos de pensiones son una figura clave y en algunos países de Latinoamérica la ley obliga a que estos fondos sean privados y hagan operaciones bursátiles con los recursos de los ciudadanos, detalló.

Dicha expansión ha creado una nueva noción de inversores, explicó, “los grandes inversionistas en el mundo no son personas que llevan sus ahorros a la bolsa, son inversores institucionales que gobiernan una gran cantidad de recursos del público, no porque el público quiera que vayan a la bolsa sino porque es el diseño institucional”.

Existe además una “hegemonía cultural de las finanzas” reflejada en los programas universitarios de administración, donde se manifiesta que “enseñamos y vivimos en un lenguaje financiero que en nuestra vida cotidiana no aplicamos y la hegemonía cultural señala que todos verbalizamos los conceptos, no necesariamente conociéndolos, y se vuelven estructurales para la sociedad”.

Ha ocurrido también un cambio en la noción de empresa, que ya no es vista como un proceso para invertir, sino como una red de contratos donde todo está subcontratado y se contrata a terceros o externalizan los procesos productivos.

“Esto es muy importante porque el mundo contemporáneo y estas características expresan un cambio, no hablamos de la empresa como un proceso productivo sino como una firma o red de contactos, lo que tiene implicaciones profundas en los escenarios económicos globales.”

Gómez Villegas mencionó que la financiarización significa que en el proceso económico la lógica financiera se sobrepone a la lógica productiva, por ello considera fundamental que “uno de los objetivos de construir una mirada de la contaduría pública y de la contabilidad como una disciplina distinta es generar un diálogo interdisciplinario, retomando puntos de vista de la economía, de la política y de la sociología”.

Ello se hace necesario en el contexto de la globalización, con la finalidad de que las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) respondan a las necesidades del contexto de producción “glocal”, es decir, la vinculación entre lo global y lo local.

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