De los 162.000 nuevos casos de cáncer diagnosticados actualmente en España, entre el 5 y el 10 por ciento están relacionados con la dotación genética del paciente, ha informado hoy la clínica MD Anderson de Madrid.
La doctora Raquel Bratos, oncólogo médico de este centro, ha explicado que el cáncer es un proceso «multifactorial y poligénico», donde los factores de riesgo como la alimentación, el estilo de vida y las infecciones inciden mayoritariamente en su aparición.
Los especialistas consideran que no existe un número de antecedentes de familiares con cáncer que puedan determinar si hay que acudir a una unidad de consejo genético.
Bratos ha indicado que la decisión de solicitar asesoramiento depende de factores como el nivel de parentesco, la edad en el momento del diagnóstico oncológico y el tipo de tumor desarrollado.
No obstante, el centro advierte de que existen una serie de datos clínicos que pueden apuntar hacia un síndrome hereditario de predisposición al cáncer.
Entre ellos, previene de «la presencia de múltiples casos familiares, varios procesos oncológicos en un mismo miembro de la familia, una edad inusualmente precoz en el momento del diagnóstico o padecer un proceso oncológico bilateral cuando el órgano afectado es par».
El MD Anderson Cancer Center destaca el carcinoma colorrectal y el cáncer de mama como los tipos de tumores con mayor componente hereditario.
Las estadísticas demuestran que entre un 10 y un 15 por ciento de los casos de cáncer colorrectal están ligados a la herencia genética y cerca del 25 por ciento de los pacientes que lo padecen tiene otro familiar afectado.
En el caso particular del cáncer de mama, del 5 al 10 por ciento se producen por «mutaciones en línea germinal de genes específicos de susceptibilidad al cáncer con una penetrancia elevada».
La oncóloga ha recordado que las señales de alarma mencionadas no tienen por qué evidenciar necesariamente la existencia de un cáncer hereditario.
Por ello, ha recomendado que la persona acuda a una unidad de consejo genético de cáncer que sirva para descartar una predisposición heredada, evitar interpretaciones erróneas, promover un diagnóstico precoz y reducir el nivel de ansiedad del paciente.
Con el fin de abordar los casos en los que exista un riesgo incrementado de cáncer, en base a un historial personal o familiar, el clínico debe derivar al paciente a una Unidad Funcional específica de Cáncer Hereditario, ha agregado.
En estas unidades el oncólogo médico se encarga de realizar una anamnesis exhaustiva (recopilar la información ofrecida por el paciente) y su árbol genealógico.
Con estos datos se obtiene el «índice de sospecha» necesario para identificar un cáncer hereditario, para establecer el riesgo individual y la conveniencia de realizar un análisis molecular.
La doctora ha concretado que en la primera consulta se informa al paciente de su riesgo real de padecer cáncer, también sobre la probabilidad de su transmisión, las medidas preventivo-terapéuticas y las posibilidades de realizar un test genético.

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