Nuestro entorno condiciona nuestra salud, por lo que la intervención sobre éste puede tener un efecto directo sobre nuestro bienestar, tanto a nivel físico como mental. Así lo demuestran los resultados de un reciente estudio realizado en la ciudad de Barcelona, donde un equipo observó que la salud de las personas residentes en cinco barrios rehabilitados mejoró, tanto en mujeres como en hombres, ​​y la compararon con vecinos de otros barrios no intervenidos, de condiciones socioeconómicas similares, en quienes no se detectaron cambios.

Un estudio publicado en la revista Journal of Epidemiology & Community Health se centra en los efectos sobre la salud y las desigualdades en salud de los proyectos de regeneración urbana llevados a cabo en el marco de la Ley de Barrios (Llei de Barris), impulsada por la Generalitat de Catalunya entre los años 2004 y 2011, en barrios con pocos recursos de la ciudad de Barcelona.

Según explica la autora principal del estudio, Roshanak Mehdipanah, ‘»se ha observado un mayor efecto sobre las personas de clase trabajadora, reduciéndose de esta manera las desigualdades por clase social'». Por otra parte, los datos de salud mental indican que ésta se ha mantenido estable entre los ciudadanos de los barrios intervenidos a la vez que empeoraba en los hombres de los barrios control.

La conclusión del estudio, resumido por los autores en el vídeo ‘»Regeneración urbana y Salud‘», plantea que los planes de acción integral de mejora de renovación urbana, que incluyan mejoras en la accesibilidad, los equipamientos o la integración social y comunitaria entre otras intervenciones, son eficaces para mejorar el bienestar de la ciudadanía, y reducir las desigualdades en salud.

Una ley para los barrios

La Ley de Barrios del 2004 nació con el objetivo de impulsar la creación de proyectos de intervención urbanística, dinamización económica y mejorar el bienestar social en barrios, mayoritariamente con pocos recursos de varios municipios catalanes. En concreto, estos barrios han visto mejorados sus espacios públicos (habilitándose plazas, parques urbanos, ascensores y escaleras mecánicas), los equipamientos de uso colectivo (centros cívicos) o puesta en marcha de programas de desarrollo social y económico, entre otras medidas.

La Generalitat de Catalunya aportaba un 50% de la financiación para llevar a cabo los proyectos de regeneración urbana presentados, 148 proyectos en toda Catalunya hasta el 2011. En Barcelona, participaron 12 barrios de los cuales se seleccionaron para el estudio los  5 que habían finalizado todos los planes de actuación previstos en el momento de realizar la última encuesta.

Este trabajo se ha basado en el análisis de dos indicadores de la Encuesta de Salud de Barcelona: la autovaloración de la salud general, y la salud mental según un cuestionario de cribado de riesgo de sufrimiento psicológico de 12 preguntas. La información recogida y comparada en periodos antes y después de la implementación de la Ley, ha permitido evaluar los efectos en salud de estas intervenciones.

Referencia bibliográfica:

Mehdipanah, R., Rodríguez-Sanz, M., Malmusi, D, Muntaner, C., Diez, E., Bartoll, X., and Borrell, C. (2014): ‘»The effects of an urban renewal project on health and health inequalities: A quasi-experimental study in Barcelona'». Journal of Epidemiology & Community Health. Epub 2014 May 7.

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