Los astrónomos habían observado como los núcleos de los cometas se desintegran al acercarse al Sol, pero no conocían un fenómeno parecido para el caso de los asteroides. Ahora  el telescopio espacial Hubble (ESA-NASA) ha fotografiado lo nunca visto: la fragmentación de un asteroide, llamado P/2013 R3, en varias partes.

Hasta diez piezas parecen observarse en las imágenes. La relativa lentitud con que se separan los fragmentos, a lo largo de semanas, hace pensar a los científicos que la desintegración no se debe al choque con otro asteroide, sino al efecto sutil de la luz solar, que hace que aumente muy poco a poco su velocidad de rotación hasta estallar.

«Es una roca, y verla deshacerse ante nuestro ojos es asombroso”, exclama David Jewitt, investigador de la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU) y director de la investigación

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