El papel de las universidades públicas latinoamericanas, desde el punto de vista ideal, debe ser el de la conciencia crítica de una nación, sin embargo en la práctica estas instituciones no han estado ajenas a las complejidades del entorno, las situaciones políticas y sociales, opinó Lidya Ruth Zamora Cortés, rectora de la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli).

         “Y para ser profeta de nuestros tiempos –que significa hablar, testimoniar y decir lo que no está bien, resistir y promover aún más la autonomía universitaria– se necesita de mucha fuerza interna moral y ética”, añadió.

         La entrevistada considera que a las universidades latinoamericanas les ha faltado temple para cumplir a cabalidad con tal premisa, pues se requiere “fortaleza, dedicación y sentido de servicio”.

         La primera mujer que ejerce el cargo de rectora en la Upoli participó en el Foro Internacional “Educación Superior y el Desarrollo Iberoamericano”.

         Lidya Ruth Zamora, compartió: “Desde mi perspectiva, la universidad no tendrá una misión qué cumplir si no tiene en su interior hombres y mujeres que pensemos de manera crítica, que digamos ‘no’ si se quiere imponer algo, y eso requiere una entereza ética muy profunda”.

         La Rectora de la Upoli dijo que un desafío importante para las universidades públicas latinoamericanas es enseñar a la comunidad universitaria a pensar de una manera analítica y crítica.

         Sobre las universidades privadas se limitó a decir que ellas enfrentan otro tipo de problemas.

 

Otra utopía: red entre universidades

Para Zamora Cortés la realidad mexicana de que el mercado laboral favorece a personas con educación básica y que a mayor grado académico mayor tasa de desempleo (según lo divulgó recientemente la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), es similar a la nicaragüense.

         “Nuestros estudiantes están egresando de las aulas y no encuentran empleo. La mayor parte de ellos se sumen en el subempleo y obviamente no les permite tener beneficios sociales, entre otras cosas.”

         Tal situación tiene que ver con la falta de desarrollo social y de oportunidades que prevalecen en Nicaragua. Aunque allá recientemente han entrado muchas empresas extranjeras, cuya actividad ha generado empleos, no se han cubierto todas las necesidades.

         En la actualidad está en proyecto el Gran Canal Interoceánico de Nicaragua, en el que participa inversión china, cuya obra presupone una oportunidad a mediano y largo plazo de emplear a la juventud del país, mencionó la Rectora de la Upoli.

No obstante, aclaró que las oportunidades que generan las empresas extranjeras no son las que sacan a un país de la pobreza, pero ayudan al menos a mantener el estándar mínimo de vida de muchas personas.

“Aunque en mi opinión no es la solución, creo que la estabilidad y seguridad del país permitirá una mayor inversión extranjera, que aunque tiene sus dificultades nos ayudará a salir de estos niveles de desempleo.

”Una utopía, desde mi punto de vista, sería la interdisciplinariedad desde el trabajo científico y tecnológico de Nicaragua, porque ningún país tiene los suficientes recursos para hacer las cosas solo. Necesitamos una red más profunda entre universidades y centros de investigación que nos ayuden a desarrollar el conocimiento, con la participación del gobierno y la empresa privada.”

Otro punto que la Rectora de la Upoli calificó como importante es el cultivo de valores, de la espiritualidad entre la comunidad universitaria (académicos y estudiantes), que ayudaría a entender las necesidades de otros, a cultivar la paz y la tolerancia necesarias para que un país avance.

Uno más es la participación de las mujeres en la producción científica, cuya incitación es necesaria desde la educación básica, pues a la fecha aunque participan en grupos de investigación, no se les toma en cuenta a la hora de otorgar los créditos.

 

América Latina está entrando en una nueva dimensión

Lidya Ruth dijo estar convencida de que América Latina está entrando en una nueva dimensión de producir y ser más sostenible, pero se requerirá mucho tiempo y esfuerzo para estar en la capacidad “de decir ‘no’ a otros intereses”.

         Destacó la experiencia de Brasil, Argentina y Chile, que han tomado un rol más protagónico ante las grandes potencias; sin embargo, “no siendo escéptica, siempre vamos a estar bajo la influencia de otros, siempre habrá otras fuerzas que intentarán intervenir hasta dominarnos, pero precisamente ya con la experiencia vivida, esperamos que los hombres y mujeres pensemos que somos autónomos”.

         Por último destacó la importancia de interactuar entre las naciones latinoamericanas y aprender a vivir en medio de los desafíos que día a día se presentan.

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