Las bacterias que habitan en los intestinos de las abejas son altamente resistentes al antibiótico tetraciclina, probablemente como resultado de décadas de utilizar antibióticos en las colmenas. Investigadores de la Universidad de Yale han identificado ocho genes resistentes a la tetraciclina entre las abejas de Estados Unidos.

El estudio fue publicado en la revista de este mes, mBio, y revela que estos genes resistentes a la tetraciclina no están presentes en las abejas que viven en países donde el antibiótico fue prohibido, lo cual, ahora representa un riesgo para las abejas, ya que no pueden defenderse contra otros patógenos.

“Esta resistencia parece estar presente en los Estados Unidos. Aquí se presentó un patrón debido al uso persistente de la tetraciclina”, dijo Nancy Moran de la Universidad de Yale.

Las abejas del mundo son susceptibles a una enfermedad bacteriana llamada loque, que puede acabar con un panal antes de que los apicultores reaccionen ante la infección. Debido a esta enfermedad es que los apicultores utilizan la oxitetraciclina, un compuesto que se parece mucho a la tetraciclina, comúnmente usado en humanos. La oxitetraciclina se ha utilizado entre los apicultores desde 1950 y muchos de los genes que otorgan resistencia a este compuesto también la confieren contra la tretraciclina.

Gracias al uso de técnicas moleculares especializadas, Moran y sus colegas analizaron abejas de los Estados Unidos, Suiza, República Checa y Nueva Zelanda, para buscar los genes, el resultado fue que las abejas de los Estados Unidos tienen una mayor cantidad de estos genes, resistentes a la tetraciclina.

Moran dijo que es razonable esperar un cambio así entre las abejas, considerando que durante décadas se usaron los antibióticos, “parece que es un reflejo de la historia del uso de la oxitetraciclina desde los 50’s, pero también representan descubrimientos paralelos en otros animales como los pollos y los cerdos”.

Moran agregó que debido a que los apicultores usaron este antibiótico para controlar la bacteria que causa el loque, el patógeno eventualmente adquirió resistencia al antibiótico. También se descubrió que los patógenos de loque, el Melissococcus pluton y la Paenibacillus larvae, contienen uno de los ocho genes capaces de resistir la tetraciclina, por lo que Moran cree que esto podría haberse ocasionado por dos razones, que el patógeno trasfiriera el gen a las bacterias de los intestinos de las abejas o viceversa.

Los autores del estudio puntualizan que el uso prolongado de estos antibióticos terminó siendo contraproducente para el bienestar de las abejas, ya que algunos estudios sugieren que la persistencia del antibiótico debilitó la capacidad de las abejas para enfrentar otras enfermedades. Aunque el tratamiento fue para prevenir el loque y para fortalecer a la colmena, finalmente terminó por hacer resistente a la enfermedad, lo cual es un problema común causado por los antibióticos, incluso en los humanos.

Referencias:

Sliwa, Jim. “Honeybees harbor antibiotic-resistance genes” (2012). American Society for Microbiology.

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