Mitin de mujeres por el voto, INAH Fototeca

Mitin de mujeres por el voto, INAH Fototeca


La cuotas de género han permitido un aumento del número de mujeres en los congresos de México, pero persiste la resistencia en su cumplimiento debido a que son medidas redistributivas en las que se ha avanzado a “golpe de sentencias”, señaló la doctora Esperanza Isabel Palma Cabrera.

La profesora-investigadora del Departamento de Ciencias Sociales de la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) explicó que la mejora para alcanzar la igualdad política de las mujeres no sólo ha sido mediante la legislación, “sino que se ha llevado a cabo mediante una serie de juicios que resultó en fallos favorables que han obligado a su cumplimiento”.

 

En el Congreso de Derecho Electoral y Parlamentario –realizado en la Unidad Azcapotzalco– la especialista dijo que en México en 2017 de 2,440 municipios, sólo 132 son gobernados por alcaldesas, cifra que apenas representa 5.4 por ciento.

 

Los estados con mayor número de presidentas municipales son Yucatán (15) Veracruz (12) Estado de México (11) y Jalisco (11); 57 por ciento son del PRI, 24 por ciento del PAN, 14 por ciento del PRD y cinco por ciento de otras fuerzas. Solamente ha habido siete gobernadoras en la historia de México y actualmente hay una, la priista Claudia Pavlovich Arellano, en el estado de Sonora.

Si bien fue aprobada la paridad, las mujeres luchan por la protección de sus derechos políticos electorales a nivel de los municipios, siendo necesario emprender diversos juicios con la intervención del Tribunal Electoral, añadió.

 

El debate se centra en la inexistencia de la paridad horizontal –asegurar que en el registro de candidaturas de ayuntamientos de un estado haya una repartición igualitaria en el número municipios a ser gobernados por mujeres y hombres– y la paridad vertical –planillas de un mismo ayuntamiento formadas con el principio de equidad–.

 

La doctora en Ciencia Política comentó que la existencia de juicios demuestra que “la lucha está en proceso y ha sido importante la aparición de las cuotas y la paridad para incrementar el número de mujeres en cargos de representación, por lo que es muy probable que sin estas medidas no hubieran llegado tantas a esos puestos, pero no es suficiente asignarlos de forma electoral”.

 

Las cuotas de género son medidas de acción afirmativas de carácter temporal que proponen acelerar la igualdad, las cuales consisten en fijar un porcentaje mínimo de candidaturas o escaños para un sexo y que pueden formar parte de la legislación electoral y de la Constitución.

 

En algunos países como México las cuotas han sido sustituidas por la paridad: 50 y 50, que según el Parlamento Latinoamericano es un principio propulsor de la democracia que pretende conseguir la igualdad de resultados en la representación política y social.

 

En el panel Cuotas de género en la legislación electoral y su impacto en los congresos locales, la doctora Martha Torres Falcón, académica del Departamento de Sociología, expresó que la lucha por los derechos humanos, de los cuales forman parte las garantías políticas de las mujeres, ha sido lineal.

 

En ese sentido las féminas son el objeto del contrato social y participan del pacto fundacional de la soberanía, pero no se les reconoce el atributo de la racionalidad, al considerar al hombre como sinónimo de humanidad.

 

El feminismo liberal, cultural y radical formula planteamientos distintos en torno a una falsa dicotomía: igualdad contra diferencias, por lo que si las mujeres reclaman algún derecho se les responde con argumentos que invocan la disconformidad.

 

La doctora en Ciencias Sociales y profesora-investigadora de la Unidad Azcapotzalco dijo que en los espacios públicos se les ha visto como una anomalía, y al hablar de cuestiones de género la equidad es el término central y la igualdad se aleja.

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