Las ganas de creer en las curas milagrosas contra el Covid-19


Sandra Isabel Jiménez Mateos *

Desde tiempos inmemoriales la humanidad ha buscado la inmortalidad o por lo menos la inmunidad ante cualquier mal. Por eso todas las religiones hablan de curas milagrosas.

Ahora con la pandemia por Covid-19, han surgido nuevamente una oleada de remedios milagrosos para el mal, incluyendo «remedios caseros», los cuales se han esparcido al igual que el virus causante del mal, pero estos -las curas milagrosas- utilizando las redes sociales.

Todavía no hay cura contra el SARS-CoV-2, causante del Covid-19.

Hay -eso sí- múltiples intentos por obtener una cura y por lograr una vacuna.

Existen expectativas de poder lograr un medicamento que cure o una vacuna que evite el contagio, pero hasta finales de mayo de 2020, no existe nada comprobado en ninguno de los dos sentidos.

Y quien sabe cuanto tiempo vaya a tomar conseguirlo. Por ejemplo, el SIDA surgió en 1981 y desde entonces se busca la vacuna y la cura para el mismo, sin que se pueda lograr ni una cosa ni otra.

Las «curas milagrosas» pueden matar

Las curas milagrosas en ocasiones surgen porque son impulsadas por figuras públicas con peso social, como el caso del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien se volvió un activo promotor de un cóctel de hidrocloroquina y azitromicina para tratar a enfermos de Covid-19.

La postura de Trump ante ésta mezcla llegó al grado de llamarla «revolucionaria». “La hidrocloroquina y la azitromicina, juntos, tienen una auténtica oportunidad de ser uno de los mayores hitos de la historia de la medicina”, pontificó Trump el 21 de marzo.

“No soy médico, pero tengo sentido común”, justificó, al mencionar que ambos medicamentos ya estaban probados. Incluso se atrevió a decir que «la gente no se va a morir por estos» y hasta dirigiéndose a sus seguidores los animó a tomar esa mezcla, expresando un “¿Qué puedes perder?”.

Trump para defender su posición acudió incluso a buscar apoyos en medios de información diversos, como la cadena informativa Fox News, donde para defender la mezcla promocionada por Trumpo incluso evocaron el «milagro de Lázaro».

Las ocurrencias del presidente de los Estados Unidos no pararon ahí, si no que el 23 de abril se atrevió a decir durante una rueda de prensa que el Covid19 podría tratarse inyectando desinfectante en el cuerpo e irradiando luz intensa sobre los enfermos.

Su razonamiento fue muy primitivo: Si el cloro mata al coronavirus, inyéctemos cloro a los enfermos para elimine el mal. Si el microorganismo muere con la luz, pongamos luz intensa sobre los pacientes, como luz ultravioleta.

De inmediato la comunidad médica del mismo EEUU, salió a decir que los desinfectantes son sustancias muy peligrosas y que la exposición a a altas radiaciones puede causar daños irreversibles en la piel, los ojos o el sistema respiratorio.

Al poco tiempo de las palabras de Trump, en los hospitales de todo EEUU comenzaron a recibir personas intoxicadas por ingerir cloro o por inyectárselo en busca de eliminar el virus o evitar su contagio.

Después del gran daño, Donald Trump dijo que sólo intentaba ser sarcástico.

Las ganas de creer en las curas milagrosas contra el Covid-19

No hay cura todavía

La Organización Mundial de la Salud en su página es enfática: Actualmente no existe ningún medicamento autorizado para tratar o prevenir la COVID-19. 

Anota que «aunque están en marcha varios ensayos de medicamentos, hasta el momento no se ha demostrado que la hidroxicloroquina ni ningún otro fármaco puedan curar o prevenir la COVID-19.

El uso indebido de la hidroxicloroquina puede provocar graves efectos secundarios y problemas de salud e incluso causar la muerte. 

Incluso la OMS suspendió los ensayos con hidroxicloroquina después de tener los resultados de un gran estudio observacional con más de 90,000 pacientes en 671 hospitales del mundo, el cual arrojó que estos fármacos no mejoran la condición de los enfermos, si no que además causan problemas cardíacos y hasta aumentan el riesgo de muerte.

Las curas milagrosas pueden matar

Un caso que llamó la atención en todo el mundo, fue la muerte de una niña haitina de 5 meses, la cual falleció después de que un «brujo» le dio a tomar una mezcla que incluía sangre de tortuga para evitar enfermedades, entre ellas el Covid-19.

El domingo 24 de mayo la menor fue llevada por sus padres junto con otra niña de 7 años, con un brujo, que les dio un brebaje que supuestamente les protegería contra cualquier enfermedad, el cual contenía -entre otros ingredientes- sangre de tortuga de hicotea.

La mezcla mató a la bene al poco tiempo y dejó a la otra niña y a sus padres en situación grave de salud.

Una situación extrema se produce en República Dominicana donde hasta finales de mayo se conocía de la muerte otras 177, a partir de abril por el consumo de clerén, una bebida alcohólica de fabricación clandestina, que estaba adulterada con metanol.

En algunos casos, la bebida fue ingerida por la creencia de que protege del covid-19, según informaciones difundidas por el Ministerio de Salud Pública dominicano.

El clerén es un destilado de caña de bajo precio cuyo consumo está muy extendido en Haití, en la frontera dominico-haitiana, así como en zonas pobres en la capital dominicana.

Los temores a la telefonía 5G

En contraparte están los temores irracionales a situaciones como como el creer que el Covid-19 se transmite o viaja por las redes 5G de telefonía.

Esto no puede ser porque los virus no se desplazan por las ondas electromagnéticas ni las redes de telefonía móvil.

El Covid-19 incluso se propagó ya en numerosos países en los que no existe una red 5G o en zonas en las que ni siquiera se tiene recepción de señal para teléfono celular o móvil.

Otra versión más, es que los reptilianos buscan disminuir a la población humana para facilitar el control del planeta.

Está demostrado que el SARS-CoV-2 se propaga mediante gotículas minúsculas de secreciones respiratorias expulsadas cuando una persona infectada tose, estornuda o habla y estás llegan a otras personas. También es posible infectarse si se toca una superficie contaminada y posteriormente se lleva uno la mano a los ojos, la boca o la nariz.

Otros tratan de aprovecharse de la pandemia para su propio beneficio. En España la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) denunció que la empresa Ediciones de Salud, Nutrición y Bienestar S.L., a través de su página web ofrece como gancho para la suscripción a su revista un aceite esencial que asegura sirve para curar el coronavirus.

En la denuncia presentada ante la Agencia Española del Medicamento y Producto Sanitario (AEMPS), OCU advierte que esta empresa utiliza la crisis del coronavirus para intentar captar suscriptores a su revista, una publicación sobre supuestas terapias alternativas, la mayoría de ellas sin aval científico.

Y así podrían proliferar muchos más ejemplos de curas milagrosas, todas sustentadas por el interés de los humanos en encontrar el camino para la vida eterna o para no sufrir enfermedades, por lo menos.

Esta es una una página de la OMS que recoge múltiples mitos relacionados con el Covid-19, que muestran como la humanidad busca la cura milagrosa, pero que ésta, aún no existe.

https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public/myth-busters?gclid=CjwKCAjwq832BRA5EiwACvCWsZbcWZqGmpQvfZAPM0mZDOgdR-MkKWRi1bx-6iPopAY8-c2oMxCvxRoCaM0QAvD_BwE

  • Investigadora del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales, de la Universidad Veracruzana

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